En 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que la depresión sea la primera causa de incapacidad laboral en el mundo. El número de muertes por suicidios en Europa se sitúa en los 58.000 al año y los problemas de salud mental afectan a más de 450 millones de personas en todo el mundo. Los datos son llamativos, pero más cuando se enfoca en el colectivo emigrante, población expuesta a unos estresores y a una casuística diferente, como la búsqueda de un nuevo domicilio, un trabajo, idioma y cultura diferentes... De hecho, según la OMS, el 50 por ciento de las personas emigrantes van a tener a lo largo de su vida un problema de salud mental.
Bien sabe lo que es tener que hacer las maletas y comenzar una vida desde cero Carolina Medina Mañas (Jerez, 1987). Esta psicóloga tuvo que decidir hace unos años entre emprender un proyecto online enfocado a la psicología o llevar a cabo unas prácticas profesionales en el extranjero. Finalmente decidió lo segundo, estableciéndose en la capital de Bélgica, Bruselas, donde creció profesional y personalmente en todos los sentidos. Pero su espíritu inquieto y emprendedor, tan raro en estos tiempos entre la juventud, siguió latente. Colaborar con una asociación de emigrantes hispanoparlantes residentes en Bruselas le hizo ver una serie de necesidades que no estaban del todo cubiertas y que, además, tenían directamente que ver con su profesión de psicología.
“Cuando emigras es importante conocer previamente una serie de cuestiones, como la lengua del país al que vas, pero no es menos cierto que para cuestiones básicas, como las relacionadas con la salud mental, hacerlo en tu lengua materna es una ayuda fundamental para que tu interlocutor, en este caso el profesional, te entienda perfectamente”, señala Carolina, que explica que ya en 2006 muchas asociaciones de psiquiatras y psicólogos en España denunciaban que esa población emigrante sufría un riesgo mayor en lo relativo a errores de diagnóstico, por la brecha cultural y el idioma.
De esta necesidad que veía cada día con los españoles que emigraron hace años y con los que han emigrado recientemente surgió la idea de su proyecto, Psicowiz, una red asistencial de profesionales de la salud mental que atenderá en principio a la población migrante hispanohablante en Europa y Estados Unidos en su idioma materno, tanto de manera online, como en consulta y a domicilio. La web, aún en fase inicial, empezó gestándose a través del programa Erasmus para jóvenes emprendedores, si bien ha sido tras su vuelta a España, en enero y tras un año y medio en Bélgica, cuando Carolina está gestando con mayor consistencia su proyecto gracias al programa Explorer para jóvenes con ideas, en el que colabora la Universidad de Cádiz y el Banco Santander.
Si bien comenzará prestando asistencia a los emigrantes hispanohablantes en Europa y Estados Unidos, el objetivo futuro de 'Psicowiz' es abarcar y trabajar con emigrantes de todos los países y lenguas
La idea es que a lo largo de este 2018 Psicowiz “ya sea la red de referencia para emigrantes en materia de salud mental”, señala Carolina, que inicialmente se va a centrar en la comunidad hispanoparlante de Europa y, en cuatro años, también en la residente en Estados Unidos, pero pretende abarcar y trabajar con emigrantes de todos los países y todas las lenguas, afirma. En principio, el proyecto está inicialmente en seis países —Reino Unido, Francia, Bélgica, Alemania, Holanda y Luxemburgo— y la manera de ofrecer sus servicios es a través de un market place, esto es, una plataforma parecida a la que puede tener Amazon, en la que, a través de una suscripción, se ponen en contacto los pacientes y los profesionales y éstos últimos, a su vez, también pueden ofertar sus servicios a través de la plataforma. Actualmente, indica Carolina, ya hay entre 100 y 150 profesionales interesados en ofrecer sus servicios a los pacientes de Psicowiz. La web incluye, además, un blog de innovación y bienestar mental en el que contacta con diferentes editoriales y farmacéuticas. “Queremos que sea un referente en materia de innovación en salud mental”, señala la psicóloga jerezana.
Aunque la crisis ha motivado que muchos hayan buscado en el autoempleo una forma de escapar del paro, Carolina reconoce que “tengo amigos que me miran casi como un bicho raro y me dicen si estoy loca por emprender, que por qué no me preparo mejor unas oposiciones. Y aunque sí es verdad que a veces me siento desubicada y por algunos momentos me tambaleo, mi inquietud, mis ganas de hacer cosas diferentes y el motor que suponen para mí mis padres y mi hermano, me hacen seguir adelante, con más ganas que nunca de que nazca Psicowiz”.
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