La mítica librería de la calle Feria El Gusanito Lector ha cerrado sus puertas este mes de diciembre, una decisión que deja un gran hueco vacío en el mundo de la cultura de Sevilla.
El Gusanito Lector tiene una trayectoria de casi 30 años y fue rescatada por vecinos y amigos de Esperanza, la que fue su propietaria, cuando ésta se jubiló y no encontraba a nadie en su entorno para traspasar el negocio. La buena cantidad de clientela habitual fue la que hace una década levantó la voz y consiguió salvar a esta librería del olvido, como explicaron en un reportaje para lavozdelsur.es.
Sin embargo, tal y como explica el editor Martín Lucía, de Ediciones en Huida, a través de sus redes sociales, este miércoles 13 de diciembre cerró El Gusanito Lector.
"Cero repercusión. Pero, no os preocupéis, que el año que viene abren otro hotel. Que os parecerá baladí, pero las pequeñas librerías sostienen no sólo el tejido cultural, sino la esencia de la ciudad. Imaginaos que bajáis a desayunar al bar de siempre y te encuentras un puto Starbucks. Eso está pasando en Sevilla con las librerías", recela Martín Lucía.
No es el único cierre de librerías de este año 2023: "Tirando de memoria, en este último año, se han podido cerrar, perfectamente, tres pequeñas librerías en el centro y, al menos, una editorial señera de Sevilla. Pero aquí no pasa nada. Porque te puedes comer una paella de Paellador en Mateos Gago".
En otro mensaje en redes, un usuario enumeraba las librerías cerradas en Sevilla este año: "El Gusanito Lector, Caótica, Reguera, Isla de Papel, Panella, Yerma y Balzac", como se ha ido publicando en los últimos meses en lavozdelsur.es.
Ayer cerró una histórica librería de Sevilla. Cero repercusión. Pero, no os preocupéis, que el año que viene abren otro hotel.
— Martín Luna (@_MARTINLUCIA) December 14, 2023
"Una librería pequeña no es un punto de venta de libros, es una vértebra", defiende Martín Lucía en su hilo en redes. "Un punto que articula la ciudad. Un lugar al que vas y el librero conoce tu nombre y te recomienda libros en función de tus gustos, no en función de lo que ha sacado Planeta o Random. Que cierre una pequeña librería no es solo malo para el tejido vivencial de la ciudad, sino también para las pequeñas editoriales y las pequeñas distribuidoras, que cada vez están más arrinconadas fuera del gran circuito comercial de los libros".
Lucía va más allá: "Debería estar prohibido que Carrefour o El Corte Inglés vendieran libros. Sin embargo, no se observa ningún tipo protección o cobertura de desde ninguna de las administraciones. No hay ningún tipo de apoyo real a la permanencia de las pequeñas librerías en España".
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