Los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento de Puerto Real han mostrado su "malestar" ante lo que califican como una “desastrosa gestión en materia de Recursos Humanos”. Así lo expresaron durante una Asamblea General, en la que han explicado a la ciudadanía sobre la situación de deterioro que vive el servicio público y han anunciado movilizaciones para exigir soluciones inmediatas.
Los profesionales viven unos días de bloqueo institucional que ha tenido repercusión en la vida cultural del municipio. Ya se negaron a realizar horas extraordinarias, en protesta por el impago de retribuciones pendientes y otros conflictos laborales, algo que ha acabado con la suspensión de actos públicos. La Feria de Puerto Real también podría verse afectada.
Según denuncia la plantilla municipal, ésta se encuentra en una situación de “absoluto desamparo” en el ejercicio de sus funciones. “Nos sentimos en absoluto desamparo en lo que respecta a nuestras funciones profesionales, debido al caos destructivo del servicio público por la inadecuada gestión de las condiciones laborales y el recorte de derechos sociales”, señala.
Entre las principales quejas del personal municipal se encuentra la reducción progresiva y el envejecimiento de la plantilla, así como los retrasos en el cobro de retribuciones ya devengadas. A ello se suman el pago de horas extraordinarias por debajo del valor de las ordinarias, la amenaza de supresión de complementos consolidados y la falta de una información clara y jurídica que garantice estabilidad en sus condiciones laborales.
Los empleados aseguran que el origen del problema está en la ausencia de un criterio jurídico unificado respecto a los acuerdos vigentes —como el convenio colectivo, el acuerdo laboral y la Relación de Puestos de Trabajo (RPT)—, lo que ha dejado a los responsables políticos bajo una constante amenaza de denuncia judicial. Además, acusan al equipo de gobierno de aplicar un trato desigual entre distintos colectivos municipales.
Movilizaciónes para exigir soluciones
Ante esta situación de “incertidumbre laboral e inseguridad jurídica”, la mayoría del personal ha decidido poner en marcha una serie de acciones de protesta. Su objetivo es reclamar garantías para continuar prestando servicios a la ciudadanía “con la tranquilidad de que serán retribuidos por ello”, sin que los acuerdos aprobados en Pleno sean reinterpretados años después, una vez el trabajo ya ha sido ejecutado.
Las reivindicaciones pasan por una ampliación urgente de la plantilla, el cese del uso sistemático de horas extraordinarias, el respeto a los derechos laborales, especialmente en materia de seguridad y salud laboral, y una mayor previsibilidad sobre las retribuciones. “Lo que cualquier persona trabajadora espera de su fuente de ingresos familiar”, sostienen.
Finalmente, los empleados han querido disculparse con la ciudadanía por los posibles efectos derivados de las protestas. “Nos vemos en la tesitura de tomar esta decisión después de mucho tiempo esperando soluciones que no llegan”, afirman. Al mismo tiempo, hacen un llamamiento a los vecinos de Puerto Real para que les acompañen en esta lucha, como ya ocurrió en otros conflictos laborales de la Bahía.
