Más de 90 asturianos llegaron a la provincia de Cádiz en la mañana del pasado domingo 6 de mayo. Se hospedan en Costa Ballena, pero vienen por la Feria del Caballo, por amor a las fiestas de volantes y sevillanas. Chari Suárez, natural de Mieres y de 64 años de edad, cuenta que en Asturias, en 2013, una profesora de sevillanas tuvo la idea de organizar un viaje para acudir a las ferias del Sur. Desde entonces, el número de asturianos que visita la Feria del Caballo no ha hecho más que crecer: "Fíjate, el año pasado solo vinimos en un autobús y este año venimos en dos. Y creo que el siguiente seremos muchos más...", incide Chari, que se ha apuntado al viaje junto a su marido, Ramón Menéndez.
"La gente no se puede imaginar la afición que hay en el Norte con el Sur", aclama una asturiana vestida de gitana. El grupo ocupa todo el interior y la parte de terraza de la caseta de lavozdelsur.es. Entre macetas de rebujito, pescaíto frito, carrillá y tortilla, un grupo de mujeres se arranca por sevillanas, desde las mismas mesas, sentadas. Algunas pertenecen a coros rocieros, como el Coro del Principado de Asturias o el Coro de Gijón, pero otros muchos se añadieron por pura afición al baile, además de por amor a Andalucía.
Chari (derecha) junto a su marido Ramón y sus paisanas, durante el almuerzo. FOTO: SORAYA FERNÁNDEZ.
Elisa Cuervo, originaria de Candás y de 65 años de edad, vivió cerca de 12 años en Algeciras. "Y cuando volví a Asturias, hace ya 14 años, pude hacer nuevos amigos gracias a la mantilla y al arte del Sur, al apuntarme a clases de sevillanas", comparte. "Pero también tengo un piso en Estepona y de allí me voy al Rocío", enlaza sin despeinarse.
Todos, de diferentes zonas de la provincia de Asturias, se ponen en contacto a través de grupos de Facebook para planear las distintas salidas por la geografía española en busca de ferias sevillanas, desde el más joven, con 15 años, hasta la más mayor, con más de 80. Pero no solo han organizado una visita a la Feria del Caballo, sino que también tienen programada excursiones por El Puerto, una mañana de playa en la costa gaditana, de compras por Jerez, una visita guiada en una bodega jerezana y una tarde en el casco histórico sevillano antes de partir de nuevo hacia Asturias.
"Allí somos muy andaluces, aunque seamos asturianos", sonríe Chari. Y es que cuenta que en su tierra, los aficionados a estas fiestas, se reúnen para hacer ferias sevillanas con caballos, hermandades, coros rocieros... No les falta ni un detalle. Algunas traen el traje de gitana confeccionado desde Asturias, pero hay otras que aprovechan para llevarse el género flamenco de la tierra gaditana.
Dos asturianos bailando en la Feria del Caballo. FOTO: SORAYA FERNÁNDEZ.
De la Feria del Caballo, destacan "lo abierta que es" a diferencia de otras de Andalucía. "Aquí puedes entrar en casi todas las casetes", incide una de ellas. "Y eso es primordial para la gente que viene de afuera", continúa Elisa. Más allá de la variedad de pescaíto frito, también les encanta la infinidad de sorpresas que encuentran por el Real. "Jerez, como tiene tanto arte, nos encontramos con un montón de cantes en directo", apunta Manoli González, natural de Oviedo y de 70 años de edad. No obstante, quieren dejar claro que, sobre todo, vienen a la Feria a bailar sevillanas.
"Nos gusta que se respeten las tradiciones. Hace 10 años no te encontrabas reguetón en una caseta, ahora esto ocurre a las cinco de la tarde", critica Manoli. "Y nosotros no hacemos más de 1.000 kilómetros para el chunda chunda", concluye. Tras finalizar la comida, este grupo de más de 90 asturianos de toda la provincia irán, "cómo decís aquí, a donde se encarte", ríe Elisa. "Ahora tenemos que bajar la comida bailando, y más tarde hemos reservado un baile con un guitarrista hasta que el cuerpo aguante", apunta Chari, al tiempo en que Elisa se despide recordando que, "un amigo mío siempre me dice que cuando doblas el mapa de España por la mitad, Asturias y Andalucía coinciden".
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