Era temprano incluso para un turista alemán. Alemanes, sobre todo alemanes, viajaban en este crucero, el Mein Schiff 2, con 890 pasajeros, de la compañía TUI. Fue algo más que simbólico. Porque, a pesar de que Cádiz miraba a su puerto con desdén fruto de las malas noticias de que los viajeros no tendrían oportunidad de comprar en los comercios, sí han dado el primer impulso a la actividad económica de la ciudad.
El Mein Schiff 2 va por varias ciudades -Málaga, adonde va; Cartagena, Mallorca, de donde viene- dejando una noticia similar: vuelven los cruceristas por primera vez en casi año y medio, pero lo hacen con control de su ubicación. Un conductor de autobús daba la clave a pie del Muelle de Cádiz: "Un grupo va a venir a hacer equitación a Chiclana". Y así se fueron montando grupos de turistas en autocares que hicieron varias rutas, algunas panorámicas de Cádiz por ciudad desde las ventanillas, otras que iban a Sevilla, otras a la Sierra. En total, de los 890, 400 se bajaron a hacer actividades antes de emprender camino de nuevo a las siete de la tarde desde las ocho de la mañana.
En un bar cercano a la entrada de la plaza de Sevilla desayunaba pasadas las ocho un hombre en camisa azul de manga corta y corbata. Francisco Javier es el dueño del bar El Artesano. "Notamos mucho la llegada del personal, los chóferes, los guías, los trabajadores", indicaba. El último año ha echado de menos el crucerista. Esta vez no se comerán un mollete. "Contratamos a dos personas cada vez que llega un crucero. Los turistas no van a entrar en los bares, pero que se mueva la terminal de cruceros es bueno". La realidad es que las salidas a Sevilla, la Sierra o Chiclana ya eran habituales antes de la actual crisis.
Mirando a la terminal se encontraba Andrés, taxista. "Ya teníamos entendido que no van a dar trabajo. Hace año y pico que no estamos pendientes de que vienen cruceristas. Estábamos advertidos, vienen muy programados". Eso sí, su gremio empieza a notar ese trajín de desplazamientos a las estaciones de tren y autobús. "De todas formas, la mayoría de viajes son a la residencia, a citas médicas".
Uno de los negocios que más nota que no vienen los alemanes es el kiosko Yupi, en calle Pelota, que regenta José Laureano García Herrero. "Lo hemos visto en las noticias ya esta mañana, que los del crucero no iban a bajarse a comprar en las tiendas". Se le han quedado colgadas las bolitas de nieve de estampas de la ciudad, imanes y bufandas del Cádiz. "Llevo 31 años en esto. Tenía mucha ilusión. Tanto bombo y al final no entran en las tiendas. Hemos comprado los souvenires. Nos gustaría que nos lo hubieran avisado. Me he gastado un dinero bueno... Encima que está la cosa mala...". La última fecha buena fue el carnaval de 2020.
Eso sí, la excepcionalidad de esta llegada, que se ha notado por barrios, por actividades dirigidas y concertadas previamente, y por lo que generan los trabajadores, irá cambiando probablemente a lo largo del verano. Las miradas están puestas en lo que viene hasta octubre. Y diciembre. La Autoridad Portuaria de la Bahía, que preside Teófila Martínez, prevé que el mes de más presencia de escalas sea octubre, con 57, y noviembre, con 41, cuando avancen los pinchazos. Para el puro verano, apenas 14 en julio y agosto y 32 en septiembre. En cualquier caso, sea Bienvenido Mr. TUI, el gigante del turismo. Hay gorras del Cádiz por venderse y muchos cafés que poner.
28 grupos de 20 personas
En declaraciones a los medios, Martínez ha destacado que "la escala se ha desarrollado cumpliendo con unas estrictas condiciones de seguridad con el fin de evitar la propagación de la enfermedad, tanto a bordo como en tierra". Para ello, según ha recordado la presidenta del Puerto, la Junta ha aprobado un protocolo sanitario que garantiza la salvaguarda de la salud y gracias al cual es posible recibir después de 15 meses al primer crucero.
En este sentido, Martínez ha destacado también "el trabajo realizado por el personal de la Autoridad Portuaria, la comunidad portuaria, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, entre otros, para que se haya podido acoger este buque". Según ha explicado la presidenta, los 400 pasajeros que han bajado para hacer excursiones han constituido 28 grupos, compuestos por un máximo de 20 personas.
La mayoría ha elegido hacer rutas en autobús o rutas guiadas a pie por la ciudad, aunque también hay excursiones que han salido a otros lugares de la provincia. En cualquier caso, tanto la presidenta como el resto de autoridades presentes, han destacado la jornada como la primera de la recuperación paulatina del tráfico de cruceros.
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