Julían es un niño de once años que ha encestado la canasta más emocionante que hayamos podido ver en muchísimo tiempo.
Este chico juega en alevines del CB Lourdes y padece trastorno del espectro autista, pero esto no es ningún problema para que sea uno más dentro de un equipo que es todo un ejemplo de inclusión en el mundo del deporte.
El compañero Nacho Silván ha compartido en redes la historia de Julián y el momento que protagonizó el pasado fin de semana. Su canasta emocionó a todo un pabellón y a internet entero. Hasta jugadores profesionales como Sergio Llull han aplaudido a Julián.
Grande Julián!! 👏💪🍊 https://t.co/J4NzxNsHuf
— Sergio Llull (@23Llull) January 16, 2023
"Es una maravilla cómo gestionan la situación sus entrenadoras, dándole minutos en los partidos, siempre avisando al árbitro. Julián es feliz entrenando y jugando con su equipo, es uno más... A veces da algún paso de más, pero es un muy bonito comprobar cómo el basket le ayuda a sentirse integrado", cuenta Nacho.
El sábado, mediado el tercer cuarto, Julián recibió un balón en la línea de triple y, animado por sus compañeros, lanzó desde ahí. Los instantes después fueron una explosión de alegría tremenda: las familias saltando emocionadas, la afición rival aplaudiendo, sus compañeros abrazándole y hasta el árbitro parecía celebrar el momento. "El sábado comprobamos de primera mano cómo el deporte, bien gestionado, es maravilloso. ¡Esa sonrisa de Julián vale más que un campeonato", cuenta Silván, que es padre de uno de los compañeros del pequeño baloncestista.
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