No quería don Cayetano del Toro homenajes públicos; hubo que esperar a su fallecimiento para plantear seriamente la erección de un monumento en su honor.
Pasaron casi 15 años desde su muerte para que este proyecto se hiciera realidad; la comisión creada en 1922 tardó siete años en ver finalizada su tarea.
Don Cayetano del Toro fue un personaje que dejó una profunda huella en la ciudad, tanto por su trayectoria profesional y pública como, y sobre todo, por su compromiso científico, religioso, filantrópico y político.
Son abundantes las publicaciones sobre su biografía y sus actuaciones tanto en asociaciones ciudadanas como en la propia ciudad. Su lectura es muy recomendable y ayudará a conocer a una persona con múltiples y variadas facetas.
El conjunto escultórico está realizado en bronce y piedra, combina elementos realistas y alegóricos dentro de un estilo clasicista, mezclando el relieve y la escultura exenta.
Su ubicación ha sido distinta a lo largo de estos casi 90 años; incluso se planteó llevarlo a Puerta de Tierra, donde una parte de la avenida de entrada a la ciudad llevaba su nombre.
Es curiosa la paradoja: él no quería monumentos y, cuando se le hacen, se coloca la primera piedra, pero no se llega a inaugurar debido a los cambios políticos. Después, se discute su ubicación.
Se propuso que el conjunto lo realizara Benlliure, pero el elevado coste de su ejecución y el deseo de algunos de que el escultor fuera de la zona provocó disputas en el seno de la comisión que gestionaba el proyecto.
Fue doña Patrocinio de Biedma, directora de la revista Cádiz, planteó en 1906 la erección de un monumento a don Cayetano del Toro, idea que él descartó amenazando con marcharse de Cádiz. El 17 de noviembre de 1922, el Ayuntamiento aprobó levantar el monumento y creó una comisión para tal fin.
Don Cayetano del Toro y Quartieller (1842-1915) fue un médico oftalmólogo, erudito, cofrade, masón, filántropo y liberal progresista. Como tal, fue alcalde de Cádiz y presidió la Diputación. Impulsó la Exposición Marítima (1887), ordenó el derribo de las murallas y creó el Museo de las Cortes (1912).
Se propuso la ejecución del monumento a Mariano Benlliure y a Juan Cristóbal, pero las discusiones, la dilación en el tiempo y la falta de recursos hicieron que el autor finalmente fuera Gabriel Borrás, un escultor valenciano que también realizó otras seis obras en la ciudad de San Fernando, de Cádiz.
El monumento está realizado en bronce y piedra, el conjunto escultórico contiene figuras de bulto redondo y relieves alegóricos. Su estilo sigue la tradición academicista y realista del siglo XIX.
Representa a don Cayetano sentado sobre el pedestal y vestido con una túnica de abundantes pliegues. Él es representado como un héroe civil. Porta en la mano izquierda una copa, junto a unos libros apilados; su mirada está dirigida al frente y su rostro, sereno, acoge con su brazo izquierdo a una niña desnuda.
Una mujer, semidesnuda y desfallecida, está de espaldas y le ofrece la corona de laurel. Junto a él, de la corona de laurel prende una tela plegada con el escudo de Cádiz en relieve. En los laterales de la parte superior del pedestal caen dos ramos vegetales, también en bronce, motivos que también están tallados en la roca blanca del pedestal escalonado.
En la parte trasera del pedestal se esculpieron dos bajorrelieves. El superior representa los atributos de la medicina y unos libros, mientras que en el inferior se ve a Cayetano del Toro de perfil, atendiendo a un enfermo bajo la mirada atenta de dos ayudantes y una monja. Abajo se cinceló la palabra "caridad". En ambos laterales hay inscripciones que glosan la figura del homenajeado.
El monumento se erigió en la Plaza de Méndez Núñez (del Mentidero). Aunque su primera piedra se colocó el 28 de octubre de 1929, nunca se realizó la inauguración oficial. En 1952, se aprobó su traslado junto al Instituto Hidrográfico en la zona de Puerta de Tierra, que tampoco se realizó, desde 1963 se ubica en la Plaza Fragela.