Un patio de butacas acogedor, el murmullo creciente de los alumnos del IES La Campiña que van ocupando las butacas del magnífico recinto. Sobre el escenario, los protagonistas de todo, que no dejan de ser representación de quien, en realidad, es el protagonista: Guadalcacín.
Tomó la palabra el alcalde de la ELA, Salvador Ruiz García, quien tiró del tópico, no exento de humor, para resumir de manera gráfica lo que era el lugar siete décadas atrás: “Antes, todo esto era campo”, dijo. Después presentó el proyecto y a la promotora y coordinadora del mismo, Sonia Arnáiz, quien también es la autora de los textos que aparecen en el cuento ilustrado que se iba a presentar.
El primer edil explicó que con el cuento se ha tratado de explicar las cosas de manera sencilla y didáctica: “Para que se tenga una idea exacta de dónde venimos. Donde antes todo era palmitos y barro, ahora tenemos las calles asfaltadas, aceras o nuestro propio teatro”. Ruiz García también dijo que todo se les debía a aquellos colonos que partieron de la nada, y que habían ayudado a que Guadalcacín sea lo que hoy es: “Poco a poco se construyó lo que hoy conocemos para vivir mejor”. El alcalde terminó felicitando a las autoras del cuento para después cederles la palabra.
"El cuento se ha tratado de hacer de forma sencilla y didáctica"
Sonia Arnáiz explicó en qué consistió el desarrollo del proyecto, pero destacó, por encima de todo, que las verdaderas artífices fueron las mujeres que dieron sus testimonios para que el cuento saliera adelante: “Ellas han hecho un esfuerzo generoso por contarnos sus historias, sus vivencias”. Por otro lado, Arnáiz dijo que en el cuento tenía que tener un destacado papel la perspectiva de género: “En un pasado, no muy lejano, las mujeres no tenían los mismos derechos que los hombres, solamente por el hecho de ser mujeres. Y eso estaba en la ley. Este, que es un pueblo de colonización, daba las tierras a los colonos varones, nunca a las mujeres, y eso también forma parte de la historia de Guadalcacín, igual que el trabajo callado y entregado de sus mujeres”, subrayó.
"En la historia tiene un destacado papel la perspectiva de género"
Isabel Halo, quien ha puesto imágenes al cuento, contó varias curiosidades al alumnado y público presente; secretos que los dibujos guardan, pero que Halo quiso desvelar, no sin antes dar las gracias al ayuntamiento guadalcacileño por "la libertad creativa que le ha permitido trabajar según su criterio". En cuanto a las particularidades de las ilustraciones, explicó que estas no están metidas en un recuadro, ni hay una forma definida que rodee los dibujos: “Todo está basado en los recuerdos, y los recuerdos son difusos, líquidos. Son como nubes que vienen y van”. Los colores de los dibujos también tienen una explicación: “el marrón representa la tierra y el color del algodón antes de crecer; el verde, el color de los campos, y el azul, el cielo y su conexión con Jerez”.
Otra de las curiosidades que podemos ver en las imágenes que ilustran el cuento, es que los personajes no tienen boca: “Pensando en la historia que nos han contado nuestros mayores, en los años 50 y 60, se vivía a otro ritmo, más feliz, pero también más difícil. Entonces puse un gesto neutral”.
La intervención de las personas mayores –todas mujeres– testigos directos del nacimiento y desarrollo de Guadalcacín, tuvo momentos divertidos y también duros: “Cuando llegué aquí –cuenta Maruja, de 92 años–, solo había setenta y cinco casas de colonos, no había autobuses, ni carreteras. Teníamos que entrar por una cañada por la que pasaba el ganado. Franco pasó, en 1959, por delante de mi casa. Lo único que teníamos era trabajo. No teníamos nada más. Íbamos al colegio por la cañada y llegábamos con los pies chorreando. No sabíamos lo que era merendar. No teníamos Reyes. No había nada", contó con un deje, a pesar de todo, de cierta nostalgia.
El acto contó también con la presencia de la delegada de Cultura, Igualdad y Participación Ciudadana, Lidia Menacho, quien agradeció la participación de todas las personas que han hecho posible el proyecto de contar la historia de Guadalcacín a los niños y a los no tan niños.
Isabel Halo, valor en alza
La artista nacida en Jerez en 1992, pero orgullosa de su pueblo, Guadalcacín, lugar en el que reside, no deja de sorprender por varias cosas: su creatividad sin límites, la frescura de todo aquello que diseña y, además, esa exigencia que debe tener todo creativo: la libertad absoluta para plasmar sus ideas, venga de quien venga el encargo.
Dibujante, diseñadora, escritora también tras su primer libro, Galería de Sueños, Halo estudió arquitectura técnica en la Universidad de Sevilla y además posee un máster en Educación (especialidad en Artes Plásticas y Diseño). Asimismo, tiene la Formación Superior Gráfica Publicitaria de la Escuela de Arte de Jerez.
Es la autora de muchos diseños publicitarios, entre otras muchas cosas, y, como está dicho, la artífice de las ilustraciones del cuento Historia de Guadalcacín contada para gente menuda.
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