Este fenómeno, al que las hermandades, sobre todo sevillanas, están poniendo coto se viene sucediendo en las últimas convocatorias de traslados de imágenes de dolorosas. Las muestras de pasión y desmedida devoción empezaron a rodar los paras redes con los ya famosos chilladores de la hermandad del Cerro de Sevilla.
Y es en la capital hispalense donde estos grupos andan a sus anchas. Dicen los analistas cofrades de allí que están importando formas y maneras de localidades cercanas en las que la costumbre es piropear a la Patrona o a la dolorosa de su admiración.
Por Jerez, estamos en una situación de más recato. Estos chilladores son sustituidos por gente que no ahorran algún piropo pero casi por lo bajini, excepto ante alguna imagen de la Virgen donde la letanía se alarga con unos cuantos ‘guapas’.
Ante estos grupos, las cofradías no tienen compasión. Ejemplos se han visto en traslados para cultos de imágenes de la Virgen de reconocida raigambre, actos en los que los responsables de la hermandad, e incluso el público más puro, no han dudado en parar las andas y reprender la actitud.
Lo más reciente ha sucedido en el traslado de la Esperanza de Triana para sus cultos. En twitter ha corrido como la pólvora la lamentable imagen de un grupo de chilladores que llegaron a expresar: “Te duele el coño de ser tan guapa”. Ahí queda.
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