Un agente de Policía Nacional, que tenía 53 años cuando ocurrieron los hechos, ha sido condenado a nueve meses de prisión y al pago de una multa de 18 meses por abusos sexuales sobre otra agente con la que compartía servicio en Alicante. La forma de proceder del condenado era echando un sedante en el café de la víctima para que se durmiera.
Los abusos ocurrieron en dos días distintos, la primera vez fue en enero del año 2020. El acusado ofreció un café a su compañera de servicio al que previamente había introducido cierta cantidad de lorazepam.
Según la sentencia, el condenado, una vez dormida la victima "aprovechó para desabrocharle el cinturón, bajarle la cremallera del pantalón, ver la ropa interior y tocarle un pecho" hasta que la mujer consiguió apartarlo con el brazo.
El abusador repitió su actuación en el mes de noviembre cuando ambos compartían el turno de vigilancia en la puerta de entrada del hospital de campaña instalado en el Hospital General de Alicante.
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