El remedio contra el ictus puede estar en la salicornia y lo investigan científicos en Sevilla

Esta semana comienzan los primeros ensayos en personas en el Hospital Universitario Virgen Macarena después de resultados esperanzadores en moscas y ratones

Imagen de una planta de salicornia.
Imagen de una planta de salicornia.

Cada año en Andalucía se producen alrededor de 18.000 ictus. Esto quiere decir que se produce la interrupción de la circulación de sangre que llega al cerebro debido a que un vaso sanguíneo se ha roto o ha quedado taponado. Se estima que en la mitad de los casos provoca secuelas o la muerte. Cada episodio de este tipo cuesta unos 100.000 euros entre la rehabilitación o las ayudas laborales. Todo ello hace que la comunidad científica tenga entre sus prioridades encontrar un remedio para ello.

Desde hace dos años un grupo de investigadores en Sevilla se ha propuesto encontrar la solución definitiva para prevenir este tipo de sucesos o, al menos, conseguir que sus efectos sean lo más leves posible. La solución la podríamos haber tenido toda la vida al alcance de la mano. Sobre todos aquellos que viven en una zona de marisma en la costa. Y es que un grupo de 20 científicos del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) está inmerso en una investigación que ya ha dado sus primeros frutos en animales a la espera de los ensayos clínicos con pacientes.

En Andalucía se producen 18.000 ictus cada año

Al frente se encuentra Joan Montaner, director del plan andaluz de ictus y del grupo de investigación neurovascular de Sevilla que confiesa a lavozdelsur.es que es un proyecto que tiene a su equipo "superexcitado" por el objetivo que persigue y por los resultados que va viendo. El proyecto en sí, debido a la protagonista, ha adquirido el nombre de "proyecto salicornia". Se trata de una planta que vive en las marismas y que, a diferencia de lo que ocurre con otras, no se muere por el estrés que le puede producir la sal y la radiación ultravioletas.

El motivo es que produce una gran cantidad de polifenoles para defenderse, algo que, por otro lado, es el secreto de la investigación. Que la salicornia y otras plantas similares tienen propiedades para la salud no es nuevo y, de hecho, es algo que se conoce desde hace muchos años. Sin embargo, ahora estos científicos buscan darle una función mucho más ambiciosa.

Un bote con las cápsulas de los ensayos.
Bote con las cápuslas de los ensayos.

La clave, como hemos mencionado anteriormente, está en la cantidad de polifenoles que contienen. Las personas tendríamos un nivel óptimo si comiésemos toda la fruta y verdura que se recomienda, "pero eso no es una realidad en nuestra sociedad", comenta Montaner. Así que se plantea esta planta como una especie de sustitutivo que, además, contiene una sal con poco sodio y mucho potasio y magnesio, algo que ayuda porque "casi todos los pacientes con ictus son hipertensos". Al unir estas dos cosas, se encendió la bombilla. Antes de dar con esta planta, se han explorado otras muchas. "Lo que nos ha costado más es saber cuál de todas halófitas - grupo al que pertenece la salicornia - tenía mejores resultados", explica el director del proyecto.

Esto no ha sido lo único, porque también había que seleccionar el extracto más beneficioso. La parte útil de la parte es la área de la que se saca lo aprovechable una vez seca. Al hablar de extracto hablamos de mezclar con agua, alcohol, metanol u otras sustancias, "cada una arrastra cositas diferentes de los compuestos de las plantas".

El objetivo no es tanto tratar el ictus, sino prevenirlo. Para ello se plantea un suplemento alimenticio en cápsulas o pastillas en gente de alto riesgo vascular, "en vez de que te tuvieras que tomar 1 kilo de salicornia, damos esto para que sea más cómodo". Este perfil hace referencia a hipertensos, diábeticos, con colesterol, sobrepeso etc. "Buscamos evitar que tengan el evento o que si lo tienen sea más leve".

Esta misma semana se han empezado los primeros ensayos con personas en el Hospital Universitario Virgen Macarena, pero antes ya se ha probado con animales como moscas o ratones. En ambos se simula lo que ocurre con un ictus, es decir, se les deja sin oxígeno. Antes, se les alimenta con distintos extractos de salicornia para ver el efecto que provoca, "si se mueren más o menos o si mejoran la movilidad". Las primeras conclusiones sobre esta cuestión se publicarán en un mes o dos.

Los ensayos en moscas y ratones han sido positivos

Esta misma semana comienzan los ensayos pilotos con pacientes, "lo de ahora es poquito porque no tenemos mucha capacidad", reconoce Montaner que también dice que tanto él como su equipo "estábamos nerviosos" estos días. En concreto serán 90 los pacientes que tomen placebo o extractos de salicornia durante tres meses para determinar la seguridad de la investigación y que no existe un efecto adverso en este alimento; también se podrá observar la eficacia en niveles como el colesterol en sangre.

Si todo va bien, tras los controles de seguridad llegarán las pruebas en pacientes que ya han sufrido un ictus "para que mejore la situación de sus arterias", según este neurólogo, porque la tasa de que se repita un evento de estas características en alguien que lo ha sufrido es "alta". Estos pacientes tomarán los extractos de salicornia durante un año y el control sobre ellos será pormenorizados con "resonancias magnéticas de alto campo" donde se observa cualquier lesión en el cerebro por mínima que sea. Con ellos se llegará a los 300 pacientes, un número "pequeño" pero no definitivo. "Si todo saliera bien los próximos meses, lo ideal sería un ensayo en toda Andalucia con algo cercano a 1.000 pacientes", comenta Montaner.

Aunque todo está muy planificado, aún quedan dos años para poder afirmar - o no - que la salicornia protege del ictus. Antes, si los próximos pasos salen bien y no hay efectos adversos, no se podrá recetar para como prevención del ictus, pero sí señalando que la ingesta de este producto supone tener niveles de polifenoles altos, "la indicación médica cuesta más, hay que demostrarlo de forma mas potente".

"Si todo saliera bien los próximos meses, lo ideal sería un ensayo en toda Andalucia con algo cercano a 1.000 pacientes"

De momento, la financiación es con proyectos locales de la Junta de Andalucía, alguna empresa y algún proyecto europeo. Otra de las tareas que comienza ahora es, precisamente, la de buscar una financiación más potente que permita acelerar el proceso.

Hasta ahora se han usado unos 2.000 kilos de salicornia, pero se necesitarán muchos más para continuar con el proyecto. Hay dos empresas implicadas en ello, una onubense llamada Halófitas Onuba que cultiva en las marismas y otra portuguesa llamada Ria Fresh que lo hace en invernaderos con una producción más constante. En Portugal existe una tradición mayor de comer salicornia, sobre todo en la alta cocina. El propio Montaner señala que es una planta "que está buenísima" y que allí los brotes más tiernos se venden en pequeñas cantidades a buenos restaurantes. "Prevenir sería un puntazo", afirma este científico.

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

Emilio Cabrera

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