El INE ha revelado la profundidad de la caída en el sector del turismo de extranjeros en Andalucía a causa del coronavirus. Es algo que, evidentemente, no sorprende a nadie, debido a los tres meses de cierre de fronteras y a la crisis de confianza entre los propios visitantes, toda vez que el covid es una enfermedad que azota a todos los países europeos, con sus consecuencias económicas particulares para cada ciudadano. En el caso de España, por desgracia el país está a la cabeza actualmente en el número de rebrotes.
En Andalucía, particularmente, el recorte en el número de visitantes es tremendo. De los 5,6 millones de personas que visitaron hasta junio la comundiad en 2019, ahora lo han hecho 1,5 millones en 2020. Es casi una cuarta parte. Arrastra positivamente que enero y febrero funcionaron bien respecto a otros años, una muestra de que en los primeros meses de 2020 la mayoría no esperaba una situación como la actual.
Pero no es lo más duro. Porque la caída llega, principalmente, por el recorte en el número de noches de estancia en Andalucía. En los últimos dos años, las cifras mensuales oscialaban entre los 8 y los 16 días. Mayoritariamente, una decena de noches. Ahora, en junio, esta cifra ha descendido hasta los seis días de estancia. Y esto se traduce indudablemente en la facturación.
La buena noticia es que el gasto diario se mantiene. Es decir, por cada día que pasa un turista, actualmente gasta 129 euros, respecto a los 136 máximos en los registros de los últimos años. Se encuentra, así, dentro de lo propio de facturación entre extranjeros.
Y hace que Andalucía registre un mínimo. 781 euros de gasto medio entre los viajeros de otros países, cuando el rango de gasto en los últimos dos años iba de 1.300 a 900 euros. Como muestra, en febrero ese gasto fue de 1.049 euros por persona.
La variación interanual del turismo de extranjeros en España es del 98% en negativo. Es decir, apenas se mantiene respecto a los registros de crecimientos encandenados en los últimos lustros. Las consecuencias económicas en el país son, así, importantes. la dependencia del turismo, que representaba hasta esta crisis alrededor del 12% del PIB, hace pensar en las necesidades de afrontar un nuevo tiempo económico para el país, si la crisis santiaria, como parece, mantiene sus consecuencias durante años, como ya advertido la OMS que ocurrirá.
Comentarios