La calle Juan de Dios Lacoste se ha convertido en el desfiladero de la barbarie. El paradigma del abandono del centro histórico de Jerez y una vía pública minada de edificios apuntalados, solares abandonados y cierros con amenazantes cristales a medio caer. Este pasado viernes, reportaron testigos presenciales a lavozdelsur.es, un hombre ha acabado con diez grapas en la cabeza tras abrírsela con una viga que sujeta una fachada —al nivel de los peatones— de un inmueble abandonado. Un despiste mientras paseaba por una zona muy angosta, por la que además circulan coches, y acabó siendo evacuado por un vecino de la zona al Hospital de Jerez.
Hace poco fueron incendios en otro inmueble abandonado en la misma calle. Hace unos meses fue una cornisa en calle José Luis Díez. Oleadas de robos. Raro es el día que no se revienta una puerta, este mismo viernes, la de El Embrujo, en la calle Liebre, una casa medio caída que es un peligro abierta de par en par. En el centro sigue habiendo calles clausuradas, y solares pasto del abandono.
El herido leve de Juana de Dios Lacoste, han asegurado las fuentes consultadas, denunciará los hechos para exigir responsabilidades. Con este panorama, parece evidente que no será ni el primero ni el último.
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