No hay reto que se le resista a Humberto Otero. El último era de lo más exigente, solo apto para personas con una capacidad física y mental brutal. El ultraman jerezano se había propuesto correr una maratón solidaria tirando de un coche. Y lo hizo.
Una hazaña que llevaba una simbología muy especial: la lucha contra el cáncer infantil.
Durante 11 horas, 34 minutos y 21 segundos, Superman Otero estuvo arrastrando un coche mientras que recorría los 42 kilómetros que se había propuesto en su Proyecto por una sonrisa.
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