Los rayos X inciden sobre un bulldog francés. En una mañana lluviosa, Ana del Ojo, anestesista y Lourdes Castro, auxiliar, están pendientes del perro al que se le acaba de realizar un TAC. En 10 minutos, el equipo veterinario obtiene imágenes para estudiar las otitis crónicas que padece el paciente peludo. “La prueba es sumamente rápida y nos ayuda a planificar la cirugía”, explica Vanesa Silva, radióloga.
No es común encontrar este tipo de maquinaria en una clínica veterinaria. “Vale mucho y no tienen clientes suficientes como para amortizarlo”. Pero Juan Vega, de 39 años, no es el director de una clínica al uso. Hace apenas un mes, este sevillano nacido en Dos Hermanas ha tomado las riendas de un espacio que no compite con las clínicas. Al contrario, son su principal público objetivo.
El Centro de Especialidades Veterinarias Bahía Mar nace para ofrecer servicios avanzados de los que no disponen las clínicas. Su peculiaridad: es el segundo de Andalucía -después de Málaga-, el primero de la provincia de Cádiz y el cuarto de España. “No hay muchos porque es un perfil de negocio muy caro”, explica el cirujano de traumatología y cirugía avanzada.
“Se une la tecnología con el conocimiento avanzado”
Sus instalaciones, situadas en el centro comercial del mismo nombre, cuentan con una maquinaria de última tecnología que ha supuesto “una inversión enorme”. Desde un TAC de 32 cortes o ecografía Doppler hasta ecocardiografía y radiología digital.
Además, en el centro trabajan profesionales especializados en dermatología, cardiología, oncología, neurología u oftalmología. “Se une la tecnología con el conocimiento avanzado”, cuenta Juan a lavozdelsur.es.
El cirujano aterrizó en su tierra hace dos meses después de haber trabajado en siete países. Francia, México, Nueva Zelanda, Australia, Omán, Qatar y, el último, Dubái. “Cuando me licencié llegó la crisis del 2008 y me fui al extranjero, nunca había trabajado en España”, comenta uno de los cerebros que se fugó en aquel tiempo.
Ahora continúa aprendiendo, manejando pinzas de laparascopia -tubo que se inserta en el abdomen- o extrayendo elementos extraños de los estómagos de los animales en CEV. El centro surgió gracias a la iniciativa de varios veterinarios que detectaron la necesidad de dar estos servicios a las clínicas que, normalmente, tienen limitaciones.
“El animal tiene que venir remitido por un veterinario”
“Antes a las mascotas se mandaban a Málaga o a Sevilla, donde hay centros específicos, pero no como este, con todo lo que eso supone para el dueño, que tiene que perder toda la mañana allí”, explica. Tras hacer un estudio vieron una oportunidad de negocio. Concentrar todas las especialidades en el mismo lugar sería la clave para evitar desplazamientos a los animales de la provincia.
Para Juan, el CEV equivale a los hospitales de las personas. Mientras que en el centro de salud se ofrecen servicios primarios, en estos se atienden complicaciones que requieren conocimientos específicos.
Sin embargo, este centro está pensado para las clínicas y profesionales de la veterinaria. “Nuestro público no es el dueño de un perro que entra y quiere operarlo. El animal tiene que venir remitido por un veterinario”, dice el director, que acaba de llegar de visitar algunas de la zona para dar a conocer el proyecto.
El CEV vela por las ventajas de la especialización, necesaria en el diagnóstico de algunos pacientes. En la sala de quirófano, Juan aplica una técnica extracapsular para reparar el ligamento cruzado de una de las patas de Elvis. El perro, que se quedó cojo tras saltar una valla, reposa en una camilla mientras el cirujano introduce un ligamento artificial para suplir el dañado.
Es la primera cirugía que tiene lugar en este nuevo centro donde también se ofrece formación a los veterinarios de la mano de doctores o diplomados europeos, “gente muy top”, que comparte sus conocimientos en cursos.
“En España, siempre el veterinario tiene que saber de todo. Pero ahora, la evolución de la medicina veterinaria es paralela a la humana, aunque con mucho retraso”, explica Juan que está convencido de que “quien mucho abarca, poco aprieta”.
Desde su punto de vista, “si la medicina humana va bien en Andalucía es porque se puede permitir especializarse mucho. Y eso es lo que se debe hacer en veterinaria y se está haciendo”.