Una de las mejores noticias que ha traído la gastronomía andaluzas en los últimos lustros es la recuperación de un lugar emblemático en Cádiz. La capital de la Bahía es uno de esos rincones que no por ser de las ciudades con más visitantes de España deja de sorprender en cada viaje.
Será por la influencia de los italianos, que dejaron los helados, aquellos comerciantes que decidieron quedarse en la ciudad; o por los muchos cántabros que emigraron en el siglo XX; o tantísimos apellidos de origen gallego que se han asentado en la ciudad... Cádiz es una reunión de comidas e influencias gastronómicas.
Uno de los mejores rincones gastronómicos de Cádiz es el Mercado Central. A la vez que mantiene su actividad de comerciantes de productos frescos en una nave central, los puestos exteriores y al aire libre reúnen a muchos bares con pequeñas mesas delante, especialmente para comer de pie.
Junto a ellos, vendedores de especias, aceitunas y otros elementos típicos de los mercados de abastos. Una combinación ganadora, que le da el ambiente propio de ser el corazón de la ciudad, a la vez que reúne a muchos gaditanos y visitantes para el picoteo.
El mercado se llena a partir de las 12 y media, cuando los primeros comensales, especialmente extranjeros, coinciden con las primeras 'cervecitas' y vinos de la mañana.
Entre las cartas, destacan los puestos de pescaíto frito, comprado un rato antes en los propios puestos. También puedes comer empanadas, hamburguesas, carnes del mundo, chacinas o probar vinos del entorno.
En definitiva, el mercado gastronómico de Cádiz, ubicado junto a la plaza de Las Flores -otro punto neurálgico del pescaíto- es una garantía de sabores del mundo y de la tierra, un lugar donde nunca aburrir el paladar.
Comentarios