Proponemos un pequeño listado de bares donde reponer fuerzas entre procesión y procesión.

Comienza la Semana Santa. Si el cielo y la lluvia lo permite, algo que está por ver en las primeras jornadas, será tiempo de salir y disfrutar de las hermandades y cofradías y de disfrutar de las vacaciones, el que las tenga. Con tantas miles de personas en la calle se plantea la duda de dónde hacer un descanso entre procesión y procesión para picotear algo y reponer fuerzas.

Si bien serán muchos los puestos ambulantes que se instalen en diferentes puntos de Jerez, buena opción si se quiere ir deprisa y corriendo para no perder mucho tiempo, desde aquí recomendamos cinco clásicos del centro donde tapear, comer e incluso merendar o desayunar tras una larga Madrugada de Viernes Santo.

Don Vito, plaza de San Andrés

Tres décadas contemplan a uno de los reyes del montadito en Jerez. Don Vito está en el sitio perfecto para disfrutar de la Semana Santa, ya que aunque no está en pleno meollo del discurrir común de las hermandades, sí que por su punto pasan un buen número de ellas dado que se encuentra a un paso del inicio de la Carrera Oficial, la vecina plaza Aladro. La amplitud de San Andrés favorece además que se pueda comer sin agobios, aunque eso sí, dependiendo de la hora será más o menos fácil encontrar una mesa libre, algo obvio por otra parte. Juan Carlos, su propietario, 28 años en el negocio, señala que la carta de Semana Santa varía ligeramente con respecto a la del resto del año, por eso de ofrecer un servicio más ágil, pero eso sí, sus platos estrella, los montaditos, no faltarán. Aunque seguro que más de uno se sabrá de memoria su preferido, he ahí algunos de los que tienes que probar: San Francisco (pollo, bacon, lechuga, tomate y queso fundido); San Andrés (solomillo, morrón y jamón); Parihuela (pollo, pimiento, tomate y salsa de perejil); Veleta (pollo, jamón y queso fundido) y el Alhambra (pollo, tomate y queso).

Bar Rody, calle Chapinería esquina con plaza de la Asunción

Otro por el que no pasan los años. Pocas cosas se pueden decir que no se sepan de este bar abierto hace 32 años y regentado por José Luis Muñoz, Rosario Fanegas y el hijo de éstos, Daniel. Cocina y guisos tradicionales, como su especialidad, los riñones al jerez, que han recibido numerosos premios. Daniel explica que en Semana Santa se mantiene este plato, no así otra de sus especialidades, los calamares rellenos. Lo que no faltará será la sopa de tomate, otro de los platos estrella, así como el atún mechado, carrillada en salsa o las alcachofas guisadas. El hecho de que esté en plena Carrera Oficial, aunque ligeramente alejado del bullicio de la cercana plaza, lo hacen otro de los sitios recomendables para hacer una parada.

Freiduría La Gallega, calle Arcos, 5

Daniel Cavaleiro cruzó de punta a punta España para dejar su Galicia natal e instalarse en Jerez, donde en 1934 y en plena calle Arcos abriría La Gallega. Desde entonces esta freiduría ha estado sirviendo pescado y marisco a generaciones de jerezanos. De esos primeros gallegos que dieron nombre al bar –hasta quince llegaron con Cavaleiro- ya no queda ninguno, pero sí sus descendientes. Antonio Sañudo, de 45 años, está al frente del negocio tras relevar a su tío Eusebio, y explica que en Semana Santa esperan no dejar de despachar cartuchos de pescaíto: choco, cazón, chipirones, gambas, gallo, huevas y también croquetas. Así hasta 2.500 kilos, que es lo que vienen a despachar cada Semana Santa. Aunque eso sí, Antonio dice que como las de antes, ninguna.

La Parra Vieja, calle San Miguel 9

El bar más antiguo de Jerez, ya que abrió sus puertas en 1886, no podía faltar en este listado. Su ubicación, a pocos metros de la plaza del Arenal, y sus grandes dimensiones lo hacen el sitio perfecto para ese necesario alto en el camino. Desde 2008, cuando cambió de manos, se ha especializado en carnes y parrilladas, aunque sin dejar de lado algunos guisos tradicionales que también se servirán en Semana Santa como la cola de toro, la carrillá en salsa o las albóndigas con tomate, sin dejar tampoco de lado los aliños, los montaditos, el frito variado e incluso las mariscadas, explica Antonio Muñoz, el jefe de cocina. Precisamente para Semana Santa presentan una oferta a elegir entre parrillada mixta (pollo y cerdo ibérico), mariscada o frito variado con la que regalarán una botella de lambrusco, Rioja o vino blanco.

La Vega, plaza doña Blanca

Para cerrar la lista no podíamos dejar de lado la cafetería La Vega. ¿Qué mejor sitio para merendar o desayunar unos churros que éste clásico bar? A pesar de la competencia y de la proliferación de puestos de churros, los de La Vega siguen siendo de los mejores del centro. Ni que decir tiene que cuando mejor entran es a eso de las 8 o las 9 de la mañana del Viernes Santo, después de una larga noche en la que nos planteamos si tirar para casa y acostarnos o echarle ganas y ver recogerse la Buena Muerte o La Yedra.

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Jorge Miró

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