El Zoobotánico busca nombre para la nueva cría, la última de las once que ha parido en sus 22 años de vida.
Elsa, dromedaria del Zoobotánico de Jerez, ha vuelto a ser madre. El pasado día 16 de enero dio a luz a una hembra, que se desarrolla con normalidad en las citadas instalaciones municipales. Elsa quizás sea la madre más prolífica y cariñosa de las que viven en el parque, ya que el 16 de enero tuvo a su última cría de las 11 que ha parido en sus 22 años de vida. A esta última cría no se le ha puesto el nombre a la espera de que los amigos de las redes sociales le busquen uno. Se publicarán los nombres propuestos y se elegirá el más votado.
Los dromedarios son un emblema para la labor educativa que se realiza en el parque, junto a la reproducción de especies en peligro y la investigación.
A través de éstos enormes mamíferos se puede aprender mucho sobre la adaptación al medio, en este caso a la vida en el desierto. Tienen capacidades inimaginables para vivir en el desierto, por ejemplo sus largas pestañas para evitar la arena cuando sopla el viento, su nariz musculada que pueden cerrar a voluntad para evitar la entrada de arena, sus almohadillas gigantes para soportar el calor al descansar sobre la arena caliente, su capacidad para sobrevivir durante 15 o 20 días sin beber, la transformación de la grasa de su giba en agua…
Realmente los dromedarios son una fuente inagotable de conocimientos para los visitantes del Zoo.
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