Un empresario catalán se ha desplazado desde Barcelona a Marbella para resarcir el feo del cliente que hizo viral un ticket de un restaurante de la localidad de la Costa del Sol. Esta particular guerrilla de propinas continúa en redes sociales, tras la subida de este nuevo ticket viral.
La historia empezó con Enrique Moris, un usuario de Twitter que se quejó de haber pagado 372 euros por el servicio y la exigencia del camarero de dar propina. "Nos cargan 372 euros de servicio, pagamos y nos levantamos, el camarero viene corriendo cabreado preguntando si no íbamos a dejar propina", dijo el cliente del club Playa Padre. Su indignación vino acompañada por centenares de respuestas en Twitter y miles de retweets y likes.
Un club de Marbella, nos cargan 372€ de servicio, pagamos y nos levantamos, el camarero viene corriendo cabreado preguntando si no ibamos a dejar propina. Marbella el nuevo Ibiza, engañabobos everywhere pic.twitter.com/53nQz1Ub8i
— enrique moris (@kike_moris) August 1, 2021
En el ticket de este cliente del club Proforma de Marbella se podían ver dos conceptos de Magnum Dom Perignon por un importe de 1.000 euros. Algunos usuarios de la red social ironizaban con el "helado magnum" del cliente, bromeando sobre las quejas del servicio al haber tomado dos espumosos de semejante precio. Otra tuitera, le increpaba: "Los nuevos ricos sois más imbéciles que los ricos de siempre". "Te has gastado 10 pensiones mínimas en una cena de hamburguesas y ahora quieres solidaridad", tuiteaba.
Lo que ninguna de sus respuestas esperaba es cómo este tuitero iba a "sacar pecho". Apenas unas horas después, decía haber amortizado su cena "en 10 minutos de mercado" de valores con la compra de acciones de Tesla o Starbucks.
El nuevo ticket viral vuelve a encender las redes sociales. El empresario ha explicado a los medios que quería dar una lección al cliente que se quejó del servicio, solicitando que incluyesen una propina de igual importe a la cuenta total que abonó el cliente que hizo el ticket viral.
Así, pagó un total de 4.098 euros de propina, ascendiendo su consumición a los 8.179 euros. "Es un detalle con los camareros", dijo. Bajo el hashtag #respetoaloscamareros, en redes sociales sentenció: "El mismo importe que presumiste en pagar una comida, yo lo hago dejándolo de propina a los mismos camareros que te cabreaste (por cierto muy buen servicio)". La cuestión era ver quien tenía (la cartera) más grande.
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