La barriada rural jerezana, parte de lo que llaman la 'España vacía' tras perder un 30% de población en 15 años, vive un día de fiesta y autoafirmación con una procesión en la víspera de la Semana Santa. Unos 200 hermanos —el núcleo tiene 700 habitantes— recorren en cinco horas y media las calles del poblado vecino del río Guadalete. “Que con los nervios no se nos olvide rezar”, se oye bajo el paso del Cautivo