Es curioso cómo lo que antaño era la fiesta de la raza, tal y como la tenía diseñada el franquismo, ha ido evolucionando hacia algo también de tipo identitario
En estos días, como todos los años, he disfrutado escuchando el murmullo en las calles de los chiquillos, la mayoría ilusionados, contentos de volver a las clases, los amigos…
Sirva esa conmemoración de la derrota para reflexionar sobre nuestro presente y nuestro futuro, porque si bien no hay, que se sepa, cien mil hijos de San Luis dispuestos a invadirnos por la fuerza de los cañones
Hoy se va a votar y, por cierto, ya que en muchos colegios electorales han puesto aire acondicionado podrían, ya puestos, hacer el esfuerzo para la climatización de esos espacios educativos