El mundo que se nos dibuja tras esta pandemia mundial, cada vez se parecerá más al descrito por Aldous Huxley o George Orwell en sus obras. Con una gran diferencia: mientras nadie demuestre lo contrario, la realidad siempre ha terminado superando a la ficción.
A partir de la llegada de la Dictadura y sus imposiciones ideológicas, el andalucismo se pliega a una fase de obligado silencio y reorganización y los Centros Andaluces fueron cerrando bajo censura gubernativa.
Las grandes empresas descubrieron el poder del internacionalismo proletario y se apropiaron de él al punto de que hoy son ellas las que echan a pelear a unos obreros contra otros
El historiador Mohamed Hakim, portavoz de los descendientes de los moriscos expulsados de al-Andalus, reclama en una carta a la monarquía española un tratamiento preferencial en la Ley de Extranjería, equiparable al de la comunidad sefardí
¿Es este el modelo de sociedad que queremos? ¿Una en la que la responsabilidad individual y colectiva, la autorregulación y el compromiso sean sustituidos por un control externo, remoto, anónimo y cada vez más centralizado?
Cuando paseo por las calles y veo mascarillas con la rojigualda pienso en el falso patriotismo, la mentira del poder más canalla, banderas sostenidas por mensajes de odio.
Cinco familias sevillanas que se han organizado colectivamente para cuidar a sus hijxs en tiempos de pandemia han sido acusadas de montar una guardería ilegal. Que poner la vida y los cuidados en el centro es posible, lo evidencia la criminalización de quienes se han puesto a ello.
Necesitamos reconocernos en nuestro pasado para poder construir esa cultura popular alternativa y contrahegemónica. Y es contrahegemónica, porque la hegemónica es la que nos ha sido grabada a sangre y fuego a lo largo de nuestro devenir histórico.
La dictadura acabó hace 45 años, pero el Estado español arrastra un preocupante déficit a la hora de investigar las denuncias por presuntas torturas, que actualmente siguen cometiendo los funcionarios policiales. Ahora no es una práctica sistemática, pero tampoco aislada.
La autodeterminación de Andalucía, como el dios Jano, necesita dos caras, un rostro del volver a ser lo fuimos, pero además otra cara fundamental basada en la creatividad y en la esperanza para imaginar lo que seremos, lo que deseamos ser.
Portal de Andalucía se adhiere al manifiesto de la Plataforma 'Andalucía Viva': "Reconstruir Andalucía significa reactivar el papel que nos fue adjudicado históricamente de colonia interna del Estado español y, en las últimas décadas, también de la llamada Unión Europea".
Se desean imponer unos modos de expresión identificables con las clases dominantes y aparentemente cultas. A partir de ahí te inventas una Real Academia que “fija y da esplendor”, la coronas con un Borbón como cabecera y junto a patrocinadores del Ibex 35 te montas un chiringuito normalizador de un castellano. El andaluz está por encima de todos los cánones.