Parecer lo que no es, o quizás la unión de dos palabras, “trampa…” y “….antojo”, similar a la unión de engaño y deseo. La consecución de un fin no debe conllevar al uso del engaño ni el deseo de lograrlo a su justificación. Quizás sea la unión de un trío, “Tram…” como el tirititran, “…Pan…”, más largo que un día sin él, y “….Tojo”, arbusto que pincha que no veas. Sería como una metáfora de la vida de un sin hogar. Una chimenea en cada muro para calentarlo, chapa en el techo y cada tiritón, que salía bailando. El vaho se congelaba y estábamos agradecidos por la invitación, cuando uno ofrece lo que tiene, se respira humanidad.
La restauración de estrellas Michelin —marca registrada, no confundir con tilde que significa lorza o pliegue de gordura según la RAE— utiliza mucho el recurso de la imagen para crear ilusiones, paisajes en platos, aparentar una carta de lo que no es, sustituyendo la realidad por una trampa ante ojo, ¿será esta su verdadera interpretación?
Se ha dicho durante muchos años que las candelas de las chimeneas provocaban sequedad en los ojos, favoreciendo la aparición de las temidas cataratas. Hoy en cambio, con cada vez menos chimeneas, los aparatos digitales ya existentes en la gran mayoría de actividades cotidianas como leer un libro, poner la lavadora o lavavajillas, utilizar la Thermomix, enviar un correo, o ver un tutorial, se venden o recomiendan el uso de protectores oculares, por algo será. Lágrimas artificiales no son suficientes hoy en día sin humos.
Las lentillas hoy en día permiten cambiar de color de pupilas si bien no logran la autenticidad y profundidad de la mirada de verdad, ¿otra trampa a nuestros ojos?, desconfío de quien te habla a solas mirando al suelo o largas cambiadas como si estuviera de juez de un partido de tenis. "Lo bueno de la mascarilla es que solo te reconoce quien te miró a los ojos". Un recuerdo para todos esos sordomudos que necesitan de nuestros ojos y bocas, con expresiones de verdad para así poder socializar, y en especial a los que viven en el mundo rural.
En estos momentos que vivimos, cualquier esfuerzo en pro del mundo rural con vida, el empleo con mucha sensibilidad al juvenil, el gran reto demográfico y ante el cambio climático, la producción, promoción y consumo de alimentos producidos por agricultura y ganadería ecológica, la defensa de las generaciones futuras, el fomento de la biodiversidad, el respeto a la naturaleza y sus bienes conservándolos en calidad y cantidad —agua, aire y tierra—, las energías renovables –¿Nuclear? No, gracias— la movilidad sostenible entre pueblos, el turismo verdaderamente respetuoso con el medio ambiente, hacen que los Fondos para la Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, Next Generation, en colaboración con las comunidades autónomas, no puedan ser un simple o complejo, trampantojo.
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