La Fórmula 1 en miniatura que “te engancha” en un circuito en Jerez: “He tenido más de 25 coches”

El club del radiocontrol jerezano lleva una década reuniendo a los aficionados del automodelismo en las instalaciones de Los Volteretas, donde campeones andaluces comparten su pasión con los nuevos seguidores

Manuel, Iván y Juan Luis en la pista del circuito de la avenida Juan Carlos I.
Manuel, Iván y Juan Luis en la pista del circuito de la avenida Juan Carlos I. MANU GARCÍA

El rugido de los motores invade el circuito Los Volteretas de Jerez. Entre la rotonda 4 y 5 de la popularmente conocida como avenida del Colesterol se divisa un terreno donde se celebran carreras de automóviles. Eso sí, a escala reducida y con un mando en la mano que permite manejar la dirección de los coches.

Por el asfalto y la tierra de este lugar han pasado coches teledirigidos de diferentes tamaños, desde 1:10 hasta 1:5, que son los más grandes, y han disfrutado aficionados de toda la provincia. Padres, hijos y amigos que alguna vez se engancharon al automodelismo, una pasión no reconocida aún como deporte.

Circuito Los Volteretas de Jerez.
Circuito Los Volteretas de Jerez. MANU GARCÍA

Fue en 2006 cuando el dueño del terreno, Manuel Almagro, amante del radiocontrol, creó este circuito que durante unos años fue pista de entrenamiento para el club portuense. En 2011 el propietario fundó el club deportivo radiocontrol de Jerez y renovó las instalaciones convirtiéndose en un punto de encuentro para los “picados” de esta afición.

“Es un hobby que requiere mucho tiempo y mucho dinero”

“Es un hobby que requiere mucho tiempo y mucho dinero. La situación económica es la que dice si sigues adelante o no”, comenta el jerezano Manuel Hernández, de 42 años, uno de los miembros fundadores del club que retomó su actividad hace dos años tras un parón desde 2016.

Él y otros aficionados devolvieron las ruedas al circuito donde han llegado a organizar campeonatos de Andalucía y de España -este año el nacional de Touring eléctrico. Manuel lleva prácticamente toda la vida unido al automodelismo. “Cuando tenía 12 años mi padre me regaló un coche de pilas por Reyes”, comenta el jerezano mientras pasea por la zona de boxes.

Años más tarde conoció a su mujer que le regaló un coche de gasolina cuando estaban de novios. Así, le cogió el gustillo a este mundo y se adentró de lleno en una época en la que el movimiento aún era desconocido. “Antiguamente, para hacer citaciones se mandaban cartas por correo ordinario y con mucha antelación.

Cuando llegaban al descampado en un momento hacían un circuito. Cogían una azoleta, limpiaban las hierbas y se ponían a jugar”, cuenta.

Poco a poco, se organizaron y las carreras comenzaron a profesionalizarse. De controlar la competición apuntando “palitos en un folio” pasaron a contabilizar las vueltas con un pulsador del que debían estar pendientes todo el tiempo. Finalmente, adoptaron el sistema de cronometraje que es el utilizado en la actualidad.

Coches teledirigidos en el circuito de tierra.
Coches teledirigidos en el circuito de tierra. MANU GARCÍA

No solo hubo cambios en las pruebas sino también en la lista de socios del club donde dejaron de verse solo hombres desde que algunas chicas mostraron su inquietud “Esto no tiene edad y ahora se está incorporando también la mujer, hay dos que corren en campeonatos de Andalucía”, señala Manuel que explica que hay unos 30 socios, en su mayoría de Jerez, y algunos de Chipiona o de Arcos.

“Es como tener una escudería en casa”

Desde la plataforma observa la pista de asfalto y el circuito de tierra, cada una específica para distintas modalidades. “Es igual que en la Fórmula 1, como una competición en el circuito de Jerez a pequeña escala”, dice Juan Luis Román, de 34 años, que acaba de subir las escaleras.

Para él, “es como tener una escudería en casa”. Sin embargo, no solo son juguetes preparados para circular. El mundo del automodelismo es más complejo de lo que pueda parecer. Tan solo hay que ponerle ganas para aprender, poco a poco, los secretos de la puesta a punto, la caída, el muelle, el amortiguador o la tracción.

Juan Luis muestra sus coches de radiocontrol.
Juan Luis muestra sus coches de radiocontrol. MANU GARCÍA

El jerezano conoce al dedillo los elementos del radiocontrol, digamos que es un manual de instrucciones andante que controla cada detalle del coche. Juan Luis, ingeniero informático, fue campeón de Andalucía de la modalidad de trasera en la convocatoria 2010-2011 gracias a su destreza con las piezas.

“El coche depende de lo que se quiera gastar”

“Mi padre me compró mi primer coche cuando tenía 8 años, a partir de ahí, te vas picando, al principio jugaba solo, ya luego fui conociendo a gente del club”, cuenta el piloto que empezó en el circuito ayudando a recoger automóviles hasta que se sumó a las competiciones más asequibles.

En la mesa reposan dos coches teledirigidos eléctricos -también los hay de gasolina-, un 4x4 de escala 1:8 y otro de tracción trasera. El primero es “la categoría reina” en estos momentos.

Piezas de uno de los coches.
Piezas de uno de los coches.  MANU GARCÍA

Según explican, los coches -como la ropa- va por modas y los aficionados son los que deciden qué tipo de coche llevar. “Depende de lo que se quiera gastar, a este los 1000 euros no hay quien se los quite”, expresa Juan Luis señalando el 4x4.

Además, los modelos van cambiando cada año y “puedes seguir con los antiguos o irte a lo nuevo”, dependiendo del poder adquisitivo o de lo hábil que sea la persona buscando gangas en el mercado de segunda mano. “A lo largo de mi vida he tenido más de 25 coches”, dice Juan Luis que suele conservarlos de recuerdo en su casa. Entre ellos, se encuentran el coche con el que participó en un campeonato de España y otro con el que corrió en un Europeo celebrado en Valladolid.

Iván y Juan Luis con sus coches en el circuito Los Volteretas.
Iván y Juan Luis con sus coches en el circuito Los Volteretas. MANU GARCÍA

Según el modelo que adquieran los amantes de este hobby, este vendrá ya preparado, como los de iniciación, o totalmente desmontado para que sean ellos mismos quienes se encarguen de hacerlo.

Al lado de los veteranos Juan Luis y Manuel, el portuense Iván Fernández coloca con cuidado su coche eléctrico. El joven de 20 años, auxiliar de enfermería, se interesó por este universo desde que sus padres le regalaron un coche.

El automodelismo se vive en Jerez.
El automodelismo se vive en Jerez.  MANU GARCÍA

Cada vez que pasaba por el circuito ya abandonado de Valdelagrana, se quedaba embobado. “Me picó la curiosidad y empecé a ver las carreras”, dice lanzando el teledirigido a la pista. En busca de asesoramiento, se puso en contacto con el club donde practica y descubre todo lo que engloba al automodelismo.

Una tarde cualquiera, unidos por una misma afición, entran en el circuito indoor que ofrecen las instalaciones. Una sala ideal para los días de lluvia. “Estos son como los Scalextric, como la palma de mi mano, es una de las escalas más rápidas del radiocontrol, tarda 6 segundos en dar una vuelta”, cuenta Manuel, al que le gusta la dirección de carreras.

La Fórmula 1 en miniatura que “te engancha” en el circuito de Jerez Los Volteretas.
La Fórmula 1 en miniatura que “te engancha” en el circuito de Jerez Los Volteretas.  MANU GARCÍA

Bajo la luz de los focos, sueltan sus coches en la pista y accionan el mando mientras un sonido que han escuchado mil veces les acompaña en su trayecto. El club Los Volteretas sigue organizando pruebas y reuniendo a aficionados de esta práctica que se extiende a todo el planeta.

En 2022, España acogerá por primera vez un campeonato del mundo y muchos pilotos ya se dedican profesionalmente a ello con patrocinios y sueldo. El automodelismo pisa fuerte.

Sobre el autor:

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Patricia Merello

Titulada en Doble Grado en Periodismo y Comunicación audiovisual por la Universidad de Sevilla y máster en Periodismo Multimedia por la Universidad Complutense de Madrid. Mis primeras idas y venidas a la redacción comenzaron como becaria en el Diario de Cádiz. En Sevilla, fui redactora de la revista digital de la Fundación Audiovisual de Andalucía y en el blog de la ONGD Tetoca Actuar, mientras que en Madrid aprendí en el departamento de televisión de la Agencia EFE. Al regresar, hice piezas para Onda Cádiz, estuve en la Agencia EFE de Sevilla y elaboré algún que otro informativo en Radio Puerto. He publicado el libro de investigación 'La huella del esperanto en los medios periodísticos', tema que también he plasmado en una revista académica, en un reportaje multimedia y en un blog. 

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