De entre el gran número de elementos de nuestro organismo que nosotros mismos desconocemos, la próstata es quizá una de las glándulas más lejanas a nuestro conocimiento. Sin embargo, y encargada de funciones clave para la reproducción masculina, uno de nuestros engranajes orgánicos que debemos guarecer a conciencia.
Nuestro propio cuerpo, el gran desconocido
A pesar de la estrecha e ineludible relación que con ella guardamos, el conocimiento sobre nuestra propia anatomía es francamente nulo. Quizás a causa de que su terminología nos es difícil, o posiblemente a raíz de cuán complejo es conocer a ciencia cierta la función de cada órgano y elemento que nos forma, desconocemos nuestro cuerpo de tal modo que pasamos por alto problemas que podríamos asistir a tiempo. Y, tomando uno de sus ejemplos más tabú entre el público masculino, pero también de gran incidencia cuanto a afecciones, la próstata es la gran desconocida del sistema reproductor masculino.
Como bien recuerda la Clínica Andromedi, (centro especializado en este organo típicamente masculino), en los problemas relacionados con la próstata las hormonas masculinas ejercen la regulación de dicha glándula, por lo que cualquier alteración de éstas podría conllevar desequilibrios en la función y la forma de la próstata. Dichos desequilibrios pueden traducirse de distintas formas, presentando desde inflamaciones inusuales a problemas urinarios hasta problemas de erección, dolores e incontinencia. Y es que, como bien recalca Andromedi en su página web, las afecciones de la próstata constituyen las enfermedades con mayor prevalencia entre los varones de la tercera edad.
¿Qué hace la próstata?
Entrando en materia, la próstata, ubicada bajo la vejiga, alrededor de la uretra y delante del recto, se encarga de distintas funciones clave para la reproducción masculina. Siendo también el punto de recepción de dos vías reproductivas, la próstata actúa como una bomba para impulsar el contenido seminal en la eyaculación, a la vez que impide el escape de orina durante la misma o que ésta acceda a los testículos y, por último, produciendo parte del líquido seminalque nutrirá y sustentará a los espermatozoides eyaculados. Entre dichos nutrientes de protección, encontrando fructosa, fibrinógeno, zinc, magnesio y enzimas
Cuanto a las mencionadas vías reproductivas que desembocan en la próstata, éstas son dos de las más importantes. Por una parte, los conductos deferentes, cuya función es la de transportar el esperma desde los testículos. Y, por otra parte, los conductos de las vesículas seminales, encargadas de fabricar casi el 60% de todo el contenido seminal. Ambos conductos forman el llamado conducto eyaculador, que desemboca en la uretra prostática para que, en suma, todo el proceso de expulsión del esperma, junto con todos sus nutrientes a los que contribuya la próstata, funcione correctamente dentro de la reproducción masculina.
De hecho, son las mismas vesículas seminales las que secretan los nutrientes de los que precisan los espermatozoides en su recorrido hacia la fecundación del óvulo. Hecho que evidencia cuanto ya sabemos acerca de la perfecta máquina que es nuestro organismo: todo debe funcionar adecuadamente para que nuestra vida siga su curso; en este caso, en relación a nuestra descendencia, pero también para evitar problemas mayores a la larga. Sin ir más lejos, terribles afecciones como el cáncer, siendo el segundo más frecuente entre los hombres el cáncer de próstata, que en 2018 se llevó la vida de 6.061 personas y se diagnosticó en 31.728 nuevos casos sólo en España, según la Asociación Española Contra el Cáncer.
Afecciones de próstata comunes
Dejando de lado el cáncer de próstata, que constituye la neoplasia maligna más frecuente entre los hombres mayores de 50 años, otra afección corriente es la llamada hiperplasia benigna de próstata. A grandes rasgos, un aumento no maligno del tamaño de la próstata que, entre otras, causa dificultades al orinar y una pérdida de control sobre la vejiga. Según detalla Andromedi, y con un tratamiento que pasa por la disminución del consumo de sustancias como el café o las carnes rojas, una dolencia que obedece a factores dietéticos y hormonales o al mismo envejecimiento, que siempre es un palo en las ruedas de nuestro camino por la vida.
Otro tipo de dolencia común es la prostatis, una inflamación de la glándula causada generalmente por procesos infecciosos. Ésta se traduce en distintos problemas urinarios que van desde el dolor durante el proceso y sensaciones de ardor en la uretra, hasta un dolor persistente en la región pélvica o un aumento de la frecuencia de las micciones pudiendo incluir fiebre, escalofríos o malestar general. Ahora bien, una dolencia cuyo tratamiento se fundamenta en el consumo de antibióticos y analgésicos, el reposo físico cuando es bacteriana y, en el caso de darse una prostatis no bacteriana, con baños de asiento tibios y relajantes musculares.
En todo caso, dolencias que tienen tratamiento que clínicas especializadas como Andromedi, especializada en afecciones de varones, que cubre una amplia gama de servicios médicos y tratamientos en medicina sexual, urología y andrología, así como prótesis de pene, fuga venosa, corrección de curva peneana o reversión de vasectomías. Hoy en día, con opción a consulta con un urólogo por webcam, lo que solventa fácilmente nuestras dudas para una buena salud reproductiva y urológica desde la sede de Andromedi en el Sur, el Centro y las Islas Canarias.
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