Ayuda-t es una firma creada en 2008 que ahora es la mayor compañía del sector, con 100 trabajadores y más de 4.000 clientes de todo el país.
Corría el año 2008 cuando Alfredo y María empezaron, en el salón de su casa, a darle vueltas a una idea. Querían asesorar a empresas pero alejándose de lo habitual, del esquema seguido por las asesorías que hay a lo largo y ancho del país. Ellos lo harían de forma online, usando la tecnología para mejorar la comunicación con sus clientes. “Nuestra idea era cambiar un modelo de negocio muy tradicional, como es la asesoría de empresas, pymes y autónomos, a otro modelo online, en la cual la tecnología sea el nexo de unión entre el cliente y la gestión”, explica Alfredo. Ocho años después de aquello pueden decir que no se equivocaron. La empresa empezó a crecer. Pronto no cabían en el piso donde empezaron, en El Puerto, y se mudaron a una oficina, donde ahora trabajan más de 100 personas y atienden a más de 4.000 clientes de toda España.
“La idea era hacer lo mismo que ING hizo con los bancos, pero nosotros con una asesoría”, explica Alfredo Pérez, fundador y CEO de Ayuda-t Pymes, que participa en una charla en el campus de la UCA de Jerez para animar a los estudiantes de Publicidad y Marketing a emprender. A ellos les cuenta su experiencia personal. “Somos una empresa tecnológica que desarrolla herramientas para que la vida de los autónomos y las empresas sea más sencilla”, señala. La forma de trabajar es muy distinta a la de las asesorías tradicionales. “Nuestros clientes les hacen una foto a una factura de gastos y la tienen automáticamente en nuestra plataforma, donde van viendo en tiempo real todo lo que va ocurriendo”, apunta a modo de ejemplo.
La empresa sigue creciendo. Este año, 2016, el triple que el anterior, cuenta Alfredo, que asegura que en 2017 abrirán oficinas en Madrid, Burgos y otras ciudades del país. La central es la de El Puerto, desde donde generan proyectos “para impulsar el cambio de modelo en el sector”, enfatiza el CEO de la empresa, que cuenta que el éxito de la marca tan solo tiene un secreto: “currar”. Con su actividad en la universidad pretenden “abrirle los ojos” a los estudiantes y enseñarles a “no quedarse quietos”, sino a “dar pasos y aprender” para poder conseguir un trabajo.
Ana, Cristina y Soledad también forman parte de la empresa. Ellas integran el equipo de marketing de Ayuda-t. Son jóvenes, recién salidas de la carrera —Ana ni siquiera ha terminado— y con ganas de trabajar e innovar. “Hay que animar a los estudiantes a que investiguen, la universidad te da una base teórica, que es muy útil, pero se pasan por alto ciertas cosas que funcionan a la hora de trabajar, y que quizás es interesante que las descubran”, cuenta Soledad Gutiérrez, especialicista SEO —posicionamiento en buscadores—. Ella, graduada en Publicidad y Marketing, al igual que sus compañeras, confiesa que “sabía muy poco de algunos aspectos con los que ahora trabajo día a día”. “Dentro de esta carrera hay muchísimas ramas y muchas oportunidades, la cuestión es tener iniciativa y especializarse”, aconseja.
Ana Roldán gestiona las redes sociales de la empresa. Es social media y copywriting —redactora de textos publicitarios—. “Cuando empecé”, dice, “me faltaba por hacer el último curso, que estoy estudiando todavía, y no sabía si lo que había aprendido me lo iba a demandar una empresa, ni qué buscaba, cómo podía formarme”. “Ahora tengo un poco más de idea”, señala. La cuestión a la hora de dar el salto al mercado laboral es, según Cristina Ortega, especialista SEM —campañas de anuncios de pago en buscadores—, “la predisposición que puede tener una persona antes que sacar muy buenas notas, pero no tener chispa, ni ganas de aprender”.
La empresa tiene en su haber el premio a mejor trayectoria empresarial otorgado por la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) en 2015. Un año antes lanzó una plataforma con la que redujo un 90% el papel utilizado en sus oficinas y revolucionó el sistema contable de la firma. Hasta se atreve a abanderar una recogida de firmas para pedir “una cuota de autónomos justa”, para que los profesionales paguen según lo que facturen. Una petición que ya tiene más de medio millón de firmas. Y no para de subir. Como la proyección de la empresa.
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