10 años de La Reverde, donde los tomates saben a tomate

Esta cooperativa jerezana no solo produce verduras y hortalizas ecológicas, también crea conciencia y teje redes con iniciativas de economía social y circular. "Los que comemos aquí tenemos el listón muy alto, hay sabores exquisitos", defiende una de sus 80 socios

Ortiz, junto a otro socio, conversa con este medio. FOTO: MANU GARCíA
Ortiz, junto a otro socio, conversa con este medio. FOTO: MANU GARCíA

España es el país de Europa con más hectáreas (más de dos millones) de producción ecológica. Los productores han aumentado en torno a un 50% en la última década. Entre ellos, hay una cooperativa andaluza que, pese a las adversidades de la gran recesión desatada desde 2008, se lió la manta a la cabeza en la primavera de 2010 y fundó lo que dieron en llamar La Reverde, un proyecto “rebelde”, revolucionario, en una zona dominada por el monocultivo que quería hacer rebrotar formas de trabajar la tierra, sabores y texturas que habían caído en el olvido. 

Varios socios de la cooperativa jerezana, que cumple una década en marcha. FOTO: MANU GARCÍA

De 16 fundadores, la cooperativa se mueve ahora en 80 socios y en el último año vendieron (a socios y consumidores no socios) unos 22.800 kilos de verduras y hortalizas ecológicas, casi la mitad de esta producción fue despachada en mercadillos de la Red Agroecológica de Cádiz (RAC) y en pequeñas tiendas distribuidoras. Tienen un precio para socios (que se comprometen a una compra mínima anual) y no socios, una pequeña diferencia que premia a los primeros a través de cestas que se recogen semanalmente y que incluyen verduras de temporada y kilómetro cero, recogidas en la misma finca de la zona este de la ciudad donde tienen su centro de producción y operaciones.

José Ortiz, 63 años, lleva un año en la cooperativa y hace escasas fechas que se ha convertido en su presidente. Su historia reciente en La Reverde contrasta con su amplia trayectoria en el mundo de la agroecología. Fue uno de los fundadores de la experiencia que se dio en llamar El Zoco, una asociación de consumidores pionera que se creó en Jerez a principios de los 90 y que ya peleaba, totalmente contracorriente entonces, por lo que rescató La Reverde hace ahora diez años. “He estado once años dedicándome a la agricultura ecológica, y con 800 gallinas, en Paterna de Rivera, pero con la crisis aquello no me daba para subsistir, porque había menos conciencia que ahora, y tuve que dedicarme a las energías renovables”, cuenta Ortiz. 

Sin embargo, fue acercándose a La Reverde como simple consumidor hasta que acabó entrando de lleno en un proyecto que, como él mismo explica, “tiene conciencia, no tiene ánimo de lucro, y en el que las ganancias se destinan a pagar a los tres trabajadores del campo que tenemos con un sueldo según convenio y con las horas estipuladas. Esto no es solo lo que comemos”. La frase alude también a la forma de trabajo de la cooperativa, interconectada con otros proyectos cercanos. Están en la Red Agroecológica de Cádiz, en la Red Andaluza de Semillas, en la Red de Moneda Local Zoquito, en el proyecto Circular de Madre Coraje, colaboran con La Borraja de Sanlúcar, La Simiente de Lebrija, la Buena Siembra, una cooperativa de trabajo recién creada por socios de La Reverde… “No solamente es una forma de cooperativa sino también de crear redes y formar grupos”, defiende su presidente.

Uno de los agricultores de La Reverde, en la finca que tienen en la salida de la rotonda nº4 de la avenida del ‘Colesterol’. FOTO: MANU GARCÍA

Mucho antes que José, se apuntó a la cooperativa Pilar Torres, de 61 años, profesora de instituto nacida en Antequera, pero residente desde hace décadas en Jerez. “Entré a los dos o tres meses de inaugurarse porque la idea me encantaba. Era un grupo de gente cercana, no solo de Jerez, que teníamos intereses, en principio, por comer verdura que fuera de cercanía, pero claro, yo de campo no tengo ni idea, y esto también te sirve para ir acercándote al cultivo y hasta para usar verduras que no había aprovechado en mi vida. Todo eso te enriquece”. Los grelos, los hinojos, variedades de pepinos, purés con hojas de nabos y remolacha… Pero no solo descubres nuevas recetas y posibilidades en la cocina, sino que redescubres sabores. “A mí, entre las cosas que me compensan, es el sabor de los tomates y de las lechugas. Eso para mí… es que no lo encuentro en otro sitio. Los que comemos en La Reverde tenemos ese listón muy alto, son sabores exquisitos”, destaca.

Ahora mismo, el gran problema de la cooperativa jerezana diez años después de su fundación es que “hay mucha gente que consume pero pocos voluntarios, y esto necesita mucha participación, esto tiene mucho trabajo detrás”, insiste Pilar. José asegura que, pese a la pandemia y los baches propios de un proyecto que exige tanto compromiso, “el movimiento de conciencia en el consumo nos hace tener un montón de ilusión”, pero también hace autocrítica: “Necesitamos dar más información, darnos más a conocer, y que nosotros mismos sepamos hacia dónde vamos y qué estamos haciendo. No es solo lo que producimos, es el montón de productos químicos que no utilizamos, todo lo que no contaminamos…”. 

De forma resumida, los objetivos de La Reverde pasan por ofrecer la posibilidad de consumir productos ecológicos a un precio asequible a las socias y socios; impulsar la construcción de redes económicas basadas en la conexión directa entre personas productoras y consumidoras, para así recuperar la relación y confianza entre las mismas; defensa, información y promoción de los derechos de los consumidores y usuarios; fomentar las relaciones personales basándonos en los valores de la agroecología; conservación de los recursos naturales sobre los que se sustenta las relaciones producción-consumo; minimizar la huella ecológica, “basándonos en procesos de producción y consumo a escala local, con el consiguiente beneficio en términos de reducción de las emisiones de CO2 y disminución de residuos de envases por la venta directa; acciones formativas, para hacer consciente al consumidor de las consecuencias sociales, laborales y ecológicas de su modelo de consumo, y promover el consumo de alimentos ecológicos y locales; y, como se ha dicho, fomentar la cooperación entre iniciativas sociales y empresariales que persigan los mismos fines”.

Ortiz, junto a otro socio, conversa con este medio. FOTO: MANU GARCíA

“El que se hace socio es porque comparte los valores del cooperativismo y quiere sostener con un compromiso mayor ese tipo de proyectos”, explicaba en un reportaje hace unos años en lavozdelsur.es la italiana afincada en Jerez Marianna Zungri, ex presidenta de La Reverde y ahora vinculada con otras iniciativas de producción ecológica y artesana como las cervezas Destraperlo. 

El desconocimiento y la invasión de las grandes distribuidoras son las grandes amenazas de cooperativas como La Reverde para sobrevivir. “Si alguien piensa que esto es caro que vea nuestros precios y los compare con los de cualquier sección BIO del Carrefour o de cualquier otro supermercado”, apunta Pilar Torres. La realidad es aplastante, pero al consumidor tipo no paran de ocultársela todo el tiempo desde las grandes marcas, las grandes cadenas de distribución y la publicidad. “Falta mucha educación y mucha información, por eso nosotros también tenemos la parte de divulgación y formación”, apostilla una de las socias más longevas de La Reverde sobre la gran batalla que libra el consumo agroecológico.

España tiene la mayor superficie de producción bio de Europa. Sus productores han crecido a gran velocidad en la última década. Sin embargo, España está a la cola de consumo de los llamados productos bio o ecológicos. El consumo per cápita ha crecido de 6 a 42 euros al año, pero está muy lejos de lo que gasta un suizo (274 euros) o un danés (227 euros) al año en su cesta agroecológica. “Hay que seguir, hay que empujar y seguir con la filosofía que siempre hemos tenido. Para mí esto era un filón, cercano, que me daba la posibilidad de seguir con lo que llevo defendiendo toda mi vida”, reconoce el presidente de una cooperativa que ha echado raíces para seguir creciendo y, sobre todo, para seguir creando conciencia.

Más info aquí: http://www.lareverde.org/

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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