CSIF Prisiones Sevilla ha denunciado una grave agresión a dos funcionarios este sábado 16 de agosto en el Centro Penitenciario Sevilla II, ubicado en Morón de la Frontera. Los trabajadores fueron atacados mientras intentaban auxiliar a un interno que, aparentemente, trataba de quitarse la vida en el módulo de Aislamiento, donde cumplen condena los reclusos más peligrosos.
Según ha explicado el sindicato, la supuesta autolesión era en realidad "una trampa". El preso simuló un intento de ahorcamiento con el único objetivo de sorprender a los funcionarios y agredirlos. Gracias a la rápida reacción de sus compañeros, los trabajadores pudieron zafarse del ataque y evitar consecuencias aún más graves.
Los dos empleados sufrieron golpes en distintas partes del cuerpo y uno de ellos terminó con una fuerte hemorragia nasal. Ambos precisaron atención médica inmediata y tuvieron que ser trasladados al hospital de urgencias para recibir asistencia.
"Sin apenas medios ni personal"
“Desde CSIF Prisiones deseamos la pronta recuperación de nuestros compañeros”, ha señalado el sindicato, que ha reclamado a la dirección del centro penitenciario la conducción inmediata del interno agresor a otro establecimiento, con el fin de evitar que se repitan hechos similares.
La organización sindical ha destacado la profesionalidad de la plantilla del centro, que trabaja “sin apenas medios ni personal” y, aun así, logra mantener el funcionamiento diario en un entorno de máxima peligrosidad.
En su comunicado, CSIF vuelve a denunciar la falta de efectivos en instituciones penitenciarias, una situación que, advierten, está derivando en un aumento de las agresiones contra los trabajadores. Señalan como responsables a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, por lo que califican de “dejadez” en la gestión.
Por último, el sindicato exige que los funcionarios de prisiones sean reconocidos como Agentes de la Autoridad, que se refuerce su formación, y que se dote a los centros de medios coercitivos actualizados, incluyendo dispositivos Taser y herramientas tecnológicas que refuercen la seguridad en situaciones tan peligrosas como la vivida en Sevilla II.
