Las modas de las redes sociales han supuesto una revolución en muchos aspectos. Algunos, positivamente. Otros, no. Una de esas consecuencias es que los rincones escondidos más bellos, para los amantes de la naturaleza y vecinos de una zona, son a veces una llamada para la llegada masiva de personas que quieren contemplar. Y, así, acaban dejando una huella que destroza espacios naturales.
Algo así es lo que le ha pasado a una agricultora en Alcalá de Guadaíra, como explicaba LaVozDeAlcalá. De nombre Susana, ha explicado que "el campo de amapolas ha sido sembrado, igual que más variedad de hierba que tiene que salir, la cual no sale por falta de lluvia y por el pisoteo de la gente", explicaba. La razón es que muchas personas se han ido adentrando entre las flores para buscar una estampa para el recuerdo. Pero han provocado un destrozo difícil de reparar. "Allí no había caminos o senderos, han sido hechos", lamenta Susana.
La respuesta ha sido el uso de químicos para sobreponer la tierra. "Hoy se ha sulfatado, hay carteles puestos avisando de que no se entre, cuando se hace, hay que esperar 20 días para poder entrar. Avisado queda de que no se puede entrar. Muchas gracias por el destrozo realizado".
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