La Policía Nacional ha detenido a dos personas que protagonizaron una peligrosa fuga por la autopista Sevilla–Cádiz, tras negarse a identificarse en un control rutinario en la localidad sevillana de Camas. Los agentes comprobaron más tarde que el vehículo en el que viajaban había sido robado en Portugal, dentro de la denominada operación Lusitano.
Según fuentes policiales, los hechos se iniciaron cuando un patrullero observó a dos individuos en actitud sospechosa dentro de un coche estacionado. Al requerirles la documentación, los ocupantes aceleraron bruscamente y emprendieron la huida, desatando una persecución de más de 20 minutos por la autovía. Los fugitivos circularon primero en dirección Cádiz y, tras dar la vuelta a la altura de Los Palacios, continuaron su escapada hacia Sevilla, realizando maniobras temerarias con el objetivo de despistar a los agentes.
La persecución finalizó cuando el vehículo impactó violentamente contra la mediana de la carretera. En ese momento, los sospechosos salieron del coche e intentaron escapar a pie, aunque fueron alcanzados y reducidos por los agentes tras una breve carrera.
Una vez identificados, las comprobaciones policiales revelaron que uno de los detenidos tenía una orden judicial de búsqueda y detención, además de estar incumpliendo una medida de alejamiento respecto a su expareja, que residía cerca del lugar donde se inició la persecución.
Los investigadores constataron también que el coche había sido sustraído en Portugal, lo que añade un nuevo cargo a la lista de delitos que se les imputan. En total, los arrestados son considerados presuntos autores de conducción temeraria, desobediencia grave, sustracción de vehículo y quebrantamiento de medida cautelar, en el caso de uno de ellos.