El conflicto tiene cierta antigüedad pero al ser progresivo cada mes que pasa presenta una gravedad mayor.
"Hará unos diez años" el número de examinadores de la Dirección General de Tráfico era de unos 36 en la provincia de Cádiz (con 1,25 millones de habitantes aproximadamente).
El envejecimiento de las plantillas de funcionarios en toda España, las crecientes jubilaciones de los boomers y la falta de renovación de los equipos o de relevo administrativo han reducido esa cifra a menos de la mitad. Actualmente, las delegaciones de Tráfico de Algeciras, Cádiz y Jerez cuentan, entre todas, con 16 examinadores.
"Si se tiene en cuenta que varios están de vacaciones o tienen días libres, como tiene que ser, sólo faltaría que no los tuvieran, o que puede haber bajas por enfermedad, ahora mismo hay dos y son muy graves, probablemente indefinidas, en la práctica quedan unos seis, siete examinadores".
En algunas épocas del año, como el verano o los meses alrededor de Navidad, asegura el portavoz de las autoescuelas gaditanas, la cifra de evaluadores oficiales disponibles es de cuatro.
Ese número es absolutamente insuficiente para la demanda que hay en las autoescuelas que se cuenta por miles de alumnos.
Las cifras del tapón
Ese desequilibrio provoca una creciente lista de espera, retrasos a la hora de examinarse. Han ido creciendo, mes tras mes, año tras año, hasta alcanzar proporciones de colapso.
"En la Bahía de Cádiz hay registrados 3.144 alumnos en espera de examen práctico. En el área que se agrupa en Jerez rondan los 4.100. En Algeciras unos 2.900".
La suma total viene a ser de unas 10.150 personas en espera en la provincia, detalla el presidente de la Asociación de Autoescuelas de la Bahía de Cádiz, Claudio Blanco,
El periodo de inactividad entre la terminación de las clases prácticas y la evaluación definitiva está ahora entre cuatro y seis meses. Ese tiempo es demasiado para los alumnos que prácticamente olvidan parte de lo aprendido mientras esperan la prueba oficial.
"Vivimos de dar clases: si no hay exámenes, la gente no quiere clases y si no hay clases no hay ingresos"
La bola de nieve va creciendo y cada vez se pone más agresiva: "Como dejan de venir alumnos a dar clases, sobran profesores, son muchas las autoescuelas que han tenido que realizar despidos temporales o pasar a padres de familia de jornada completa a media jornada".
"La situación es insoportable. Somos nosotros, en las autoescuelas, los que tenemos que pelearnos con los padres de los alumnos muy jóvenes, la mayoría ahora en verano, que no lo entienden. Se corre la voz de que no es posible examinarse y, entonces, para qué dar clases", detalla Quique, de la autoescuela chiclanera con el mismo nombre.
"Ruina es la palabra que mejor explica la situación. Vivimos de dar clases. Si no hay exámenes, la gente no quiere clases. Si no hay clases, no hay ingresos. Así estamos en toda la provincia, con las autoescuelas despidiendo profesores", describe Óscar, de la autoescuela Goya, con sede en el barrio de La Laguna de Cádiz.
Aunque todo el mundo piensa en el alumno tipo como una joven o un veinteañero que quiere el carné de conducir común, el de turismos, hay otro sector notablemente afectado: "Los que necesitan un carné específico para obtener un empleo o superar unas oposiciones".
"Son menos pero se les hace mucho daño. Necesitan el carné antes de aspirar a ese puesto. Hablamos desde conductores de ambulancias hasta bomberos. Si no hay examen, no hay carné y sin carné no tienen acceso a ese trabajo por el que llevan años peleando".
"Como dejan de venir alumnos, sobran profesores. Muchas autoescuelas han tenido que hacer despidos temporales o pasar a padres de familia de jornada completa a media jornada"
Las soluciones a medio plazo parecen complejas. La Dirección General de Tráfico (DGT), al menos su delegación en Cádiz, es consciente del impacto social de este tapón. "Me han llegado a decir en Tráfico de Cádiz que mucho hemos tardado en empezar a protestar porque esto comenzó, poco a poco, alrededor de 2015", detalla Blanco.
Se han dado pasos, pequeños, para aliviar la falta de examinadores. "Los coordinadores, dos en la provincia, que antes no hacían exámenes se han puesto ya a hacerlos. Ha llegado un examinador más de Cataluña que ha pedido traslado a Cádiz y otro, a modo de refuerzo temporal y extraordinario. Es algo pero muy poco, las listas de espera no van a bajar".
Claudio Blanco recurre a la aritmética para explicar el panorama. "En España faltan unos 4.000 examinadores para alcanzar una cifra mínima que pueda reducir la espera. En las últimas oposiciones se convocaron cien plazas para toda España y ninguna erea de la provincia de Cádiz. A ese ritmo no va a mejorar la situación".
Este próximo 20 de agosto están previsto 54 exámenes. Serán cuatro examinadores los que hagan unos 13 de media en esa jornada. Si la lista es de 10.150 personas, a ese ritmo mensual o quincenal resulta fácil calcular el tiempo que va a pasar hasta que la espera desaparezca: más de un lustro.
Un alivio minúsculo para tanta necesidad
La situación de hartazgo entre alumnos, profesores y autoescuelas no puede ser mayor. La situación es la más grave que han conocido en el sector y "desde la DGT no nos dicen nada. A la jefatura de Cádiz no les puedo reprochar nada, hacen lo máximo que pueden, a ellos también les falta personal".
Blanco recuerda que las autoescuelas de la provincia han puesto en marcha movilizaciones en 2024 y durante la primera mitad de este año. No descarta retomarlas si el gobierno es incapaz de ofrecer soluciones reales en las reuniones previstas a partir de septiembre.
"No podemos tener a los alumnos dando clases a lo loco hasta que se examine dentro de cinco o seis meses. La gente sabe lo que ocurre con las autoescuelas, se entera del retraso y deja de apuntarse porque saben que no podrá obtener los permisos". Conclusión comercial y laboral: una ruina.
