Desde las cosmopolitas Múnich o Londres, pasando por Bruselas, capital administrativa de la Unión Europea, a las pintorescas Riga o Keflavik, algunas de las conexiones que ofrece La Parra hasta el próximo marzo.
El Aeropuerto de Jerez terminó octubre con 121.611 pasajeros, lo que supone un incremento del 13,3% en comparación con el mismo mes de 2016. Este ascenso se debió al importante dinamismo que mostraron tanto el tráfico doméstico como el internacional. Estas cifras elevan a 941.732 pasajeros totales en 2017, lo que representa una subida del 13,7% sobre 2016.
La mayor parte de los viajeros voló en conexiones comerciales (excluye aviación general y ejecutiva), al sumar 121.307. De esa cifra, 47.167 lo hicieron con origen o destino en alguna ciudad española (un 21,5% más), mientras que 74.140 optaron por movimientos con el extranjero (9,6%). En relación con la actividad internacional, Alemania fue el mercado con mayor demanda, al registrarse 60.588 viajeros en conexiones con ese país, un 9,4% más que en octubre de 2016. El segundo lugar lo ocupó el mercado británico, al superar los 7.300 pasajeros. También contribuyó significativamente al crecimiento del tráfico foráneo la operativa de la ruta con Zúrich (registró más de 1.200 usuarios), ya que el año pasado no había vuelos directos con la ciudad suiza.
Estos positivos datos coinciden con el inicio de la programación de invierno de La Parra, que se mantendrá hasta finales de marzo, cuando comenzará la temporada de verano. Jerez está enlazada con catorce destinos, de los cuales tres son capitales españolas (Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca) y el resto, internacionales. Aquí un repaso por todas ellas.
Colonia
La cuarta ciudad más grande de Alemania se enorgullece de ser además la más antigua. Importante centro económico y cultural, representa uno de los enclaves más importantes del mundo artístico. Sus numerosos eventos internacionales, su cultura y su gastronomía la hacen uno de los destinos más visitados de Europa.
Düsseldorf
Considerada la ciudad germana más cosmopolita —tiene la colonia japonesa más alta del país, con 11.000 censados— es conocida por sus famosos carnavales. Conocida es también la lujosa calle comercial Königsallee, donde se encuentran algunas de las tiendas más elitistas de Europa con precios prohibitivos para la mayoría de los ciudadanos. De la parte moderna de Düsseldorf destacan los edificios del arquitecto Gehry. El histórico casco antiguo está salpicado con más de 260 bares y restaurantes. Los museos, teatros, salas de conciertos y galerías complementan la parte lúdica de esta ciudad alemana. Frankfurt
La capital financiera de Europa —aquí se encuentra el Banco Central Europeo (BCE)— es la quinta en población de Alemania. Gracias a su gran cantidad de rascacielos y al río Main, Frankfurt también es conocido popularmente como Main-hattan. El Museo de Arte Moderno o el de Historia Natural, con una de las colecciones de esqueletos de dinosaurios más importantes de Europa, son algunos de los atractivos de esta urbe alemana.
Hamburgo
La segunda ciudad alemana tras Berlín ofrece más de 40 teatros, 60 museos y 100 lugares de música y clubes. Destaca también su gran cantidad de parques. Uno de ellos, el Stadtpark —algo así como el Central Park de Hamburgo—, cuenta con una gran torre de agua y alberga uno de los planetarios más grande de Europa. Hannover
Hannover también es una de las ciudades más verdes de Alemania: el bosque urbano Eilenriede es de los mayores de Europa y al noroeste del centro se encuentran los Jardines de la Casa Señorial (Königlichen Gärten Herrenhausen) creados en 1666 por Sofía, princesa del Palatinado. El Zoo de Hannover, uno de los más antiguos y espectaculares de Alemania, alberga unos 2.000 animales en seis mundos zoológicos, que recrean magníficamente su hábitat natural sin barreras visibles.
Múnich
La capital de Baviera, tercera ciudad de Alemania, ofrece mucho más que su conocida cerveza. Sus tres pinacotecas, la catedral —conocida como La Frauenkirche— sus parques, la Residencia de Múnich —un castillo que encierra más de 600 años de historia bávara— son otros de sus atractivos. Y si eres futbolero, no dejes de visitar el Allianz Arena, sede del equipo más laureado de Alemania, el Bayern.
Stuttgart
Puerta de entrada a la Selva Negra y al Jura de Suabia, rodeada de colinas, bosques y viñedos, te encantará si eres un enamorado de la naturaleza. Y también si te apasionan los coches, ya que Mercedes y Porsche cuentan aquí con museos. El palacio nuevo y el castillo antiguo, el edificio de la ópera, la galería nacional o la Torre Bismarck son otros de sus atractivos turísticos.
Riga
La capital de Estonia tiene su centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Destaca por su arquitectura art nouveau y sus construcciones de madera del siglo XIX. La ciudad fue designada Capital Europea de la Cultura en 2014, junto a Umea, en Suecia.
Keflavik
La localidad, con apenas 14.000 habitantes, no tiene ningún atractivo, si bien se encuentra a solo 40 kilómetros de Reikiavik, la capital de Islandia, donde se encuentran las instituciones gubernamentales, las librerías y los museos, la universidad e instituciones de investigación, así como las oficinas centrales de comunicación (radio, televisión y diarios), los teatros profesionales y orquestas, las cortes de justicia, piscinas al aire libre y estadios deportivos.
Londres
Pocas cosas hacen falta decir de la capital y mayor ciudad de Inglaterra y del Reino Unido. Ciudad multirracial con suficientes atractivos culturales, arquitectónicos y deportivos como para dedicarle, al menos, una semana. Pero si tienes solo un fin de semana, no te pierdas lo básico: Picadilly Circus, Buckinham Palace, el Big Ben, Trafalgar Square...
Bruselas
La capital de Bélgica y la principal sede administrativa de la Unión Europea destaca en el plano arquitectónico con estilos que van desde las construcciones medievales de la Grand Place hasta los modernos y vanguardistas edificios de las instituciones de la UE. Los Museos reales de Bellas Artes de Bélgica son los más conocidos, con un Museo de Arte Antiguo y otro Museo de Arte Moderno. Junto a ellos, el famoso Teatro Real de la Moneda (La Monnaie), una de las salas de ópera y ballet más bellas de Europa y donde se representa una nutrida temporada de eventos musicales.
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