Una pareja reclama al gobierno local las ayudas sociales, que van con dos meses de retraso, y PSOE y el resto de la oposición censura que los populares usen a "los colectivos más vulnerables con fines estrictamente políticos".
“¡Estamos a día 26 y sin cobrar!”, espeta un joven desde el público a la alcaldesa. En esos momentos se debate sobre el punto 5 del orden del día del pleno ordinario de noviembre. Es una proposición del PP sobre “infancia y familia” y la persona que reclama se refiere a los ayudas sociales del Ayuntamiento, que van con un par de meses de retraso. Precisamente la semana pasada se celebró un pleno extraordinario para aprobar una modificación presupuestaria que permita disponer de fondos para estos menesteres.
“¿Dónde está el dinero?”, pregunta a voz en grito y en pie el mismo hombre desde su butaca. Él es uno de los beneficiarios de los cheques de comida que reparten los servicios sociales municipales. Con los poco más de 100 euros de cada cheque, tienen para algo de comida para él, su mujer y sus tres hijos pequeños. “Yo me como un trozo de pan con aceite, pero los niños no”, dice luego, de nuevo gritando. Y aplaudiendo a la bancada del PP cada que vez que reclamaba que el gobierno local abonara las ayudas. “No se puede permitir", repite una y otra vez la concejal popular Isabel Paredes. “No puede seguir pasando”, añade la edil Ana Fernández, de IU.
“El testimonio de esta persona nos debe dejar sin habla”, dice luego Paredes, que no para de referirse a la pareja que vocifera desde el público, a la que incluso tiene que calmar un agente de Policía Local. “¿Tendemos que ir al Carrefour a llenar el carro y salir por patas como delincuentes?”, espeta más tarde.
El resto de partidos critican la actitud de los populares. “No entiendo cómo el PP presenta propuestas relativas a políticas sociales”, dice Isabel Armario, portavoz del grupo municipal socialista. “A mí también me desconcierta la actitud del PP”, añade Ana Fernández (IU). “No entiendo que hagan este tipo de propuestas cuando recortan en igualdad, en juventud…”, empieza a enumerar. “Es indignante”, sentencia. “Demagogia barata”, asegura que usan.
“A estos señores no los había visto en mi vida”, asegura Antonio Saldaña, portavoz del grupo popular. Algo de lo que dudan el resto de partidos. “En los dos últimos años con Pelayo, ¿se han pagado las ayudas todos los meses?”, les pregunta. “¡Sí!”, responden al unísono. Entonces Saldaña suelta: “No sé cómo no se le cae la cara de vergüenza a la izquierda jerezana, que después de cinco meses echa la culpa al PP, que siempre pagó las ayudas”. Y luego la frase final: “Si no son capaces de pagar las ayudas todos los meses, váyanse”.
Para entonces el salón de plenos está semivacío y los aplausos de la pareja que reclama el cheque de comida resuenan con fuerza. A Ángeles González, de Ganemos, le parece que es de “tener muy poca vergüenza” que el PP “quiera ponernos la cara roja por una cuestión que ellos mismos no han arreglado”. Luego recuerda que en junio estaba agotado el 80% del Presupuesto para este año, el prorrogado de 2014. “Pero explícale eso a mis hijas”, dice el hombre desde la butaca.
Luego llegaron los golpes bajos. Los concejales, de una y otra bancada, comenzaron a reprocharse actitudes y aptitudes. No faltaron los gritos y las descalificaciones. Ni los comentarios malintencionados: “El primer acto al que han ido los siete concejales del PSOE ha sido a la gala de la FIM (Federación Internacional de Motociclismo), vestidos de largo, con lentejuelas, mientras la gente pasa hambre”. Ganemos, a posteriori, ha llegado a criticar la “instrumentalización” de los plenos “con carácter electoralista”. Para la agrupación, “es de dudoso calado moral utilizar a los colectivos más vulnerables con fines estrictamente políticos, cuando todos estamos de acuerdo en que estas personas necesitan de amparo institucional urgente”. Eso dicen ellos. Cada uno que saque sus propias conclusiones.
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