La plataforma Jerez con Palestina y el Sáhara protesta frente a la sede de la Fundación Unicaja para denunciar que la entidad actúe "como agente de limpieza de imagen" del Estado de Israel.
Un nuevo muro se levanta en Jerez. Éste, de cartón, que luego se pinta de gris para simular el muro del apartheid israelí, que separa a la población palestina de Israel. La falsa pared, que luce frente a las oficinas que Unicaja tiene en calle Larga, quiere denunciar que la entidad bancaria actúe “como agente de limpieza de imagen de crímenes israelíes” al albergar la exposición Exodus, en cooperación con la embajada de este Estado. Con una serie de fotografías, estampadas en el muro levantado en la ciudad, la plataforma Jerez con Palestina y el Sáhara quiere mostrar el horror al que se ven sometidos los ciudadanos palestinos. “Los derechos universalmente declarados de las personas refugiadas para regresar a su patria no son respetados por el gobierno israelí”, sostienen desde esta organización, que señala que la muestra "tiene mala pinta”.
La sala de exposiciones de Unicaja en Jerez alberga, desde principios de noviembre, una serie de obras del artista israelí Ilan Itach, que ofrecen, a través de una "completa" serie temática, problemáticas y formas de enfrentarse al éxodo. Así la define la Fundación de la entidad bancaria, aunque la plataforma no está de acuerdo con esta visión. “El arte debe derribar los muros, no ayudar a mantenerlos”, sostienen los presentes en una concentración que despierta el interés de los peatones que circulan por la zona.
“Israel usa la cultura para limpiar su imagen de ocupante extremadamente violento culpable de, entre otras cosas, el crimen de lesa humanidad llamado apartheid, el desplazamiento forzado de personas, por ejemplo, en Jerusalén y sus alrededores, y el aumento del genocidio de las personas en la prisión al aire libre de Gaza”, apunta la plataforma Jerez con Palestina y el Sáhara, que argumenta que “esta es la razón por la cual el boicot cultural es tan importante”.
Israel celebrará en 2018 el 70 aniversario de su independencia, fundada en la guerra colonial y la limpieza étnica de grandes partes de Palestina. La plataforma jerezana señala durante el acto de protesta que 7,3 millones de personas viven en el exilio como consecuencia de esta separación. Una serie de imágenes con niños palestinos atrapados por soldados israelíes, ciudadanos portando en brazos a sus familiares muertos o centenares de personas dejando sus hogares ilustran el muro levantado simbólicamente en Jerez.
“Cada vez más personas de todo el mundo apoyan a la sociedad civil de Palestina para pedir el boicot, la desinversión y las sanciones de Israel. Por ejemplo, durante el ataque a la franja de Gaza de 2014 por parte del ejército de Israel, más de 300 sobrevivientes del holocausto y sus descendientes declararon su apoyo al movimiento de boicots, desinversión y sanciones (BDS)”, exponen desde la plataforma. Esta campaña pretende conseguir que Israel ponga fin a su ocupación y derribe el muro del apartheid, que reconozca los derechos de los palestinos y que respete los derechos de los refugiados a regresar a sus hogares.
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