Tras más de un mes de su ingreso en prisión por el caso PTA, la exalcaldesa mantiene la fe en el recurso de amparo constitucional y en que alguien "ponga un poco de sentido común a todo esto".
Visiblemente más delgada pero recuperada de las descompensaciones de salud que padeció los primeros días de su ingreso en la prisión de Alcalá de Guadaíra el pasado 31 de enero a las 20:30 horas de la tarde. Pilar Sánchez exalcaldesa de Jerez, cumple su condena tras ser declarada culpable de los delitos de falsedad en documento oficial, prevaricación y malversación de caudales públicos. Pese a todo, su entorno familiar asegura que “tiene todavía mucha fe y esperanza en la justicia y en su recurso de amparo constitucional, apela a la sensatez y a que alguien pueda poner sentido común a todo esto, que la Constitución prevalezca; es difícil asumir algo que no ha hecho”.
A pesar de que se encuentra perfectamente integrada en la prisión sevillana, "a veces está triste porque es tremendamente duro la crueldad con la que se han ensañada fuera de lo normal habida cuenta de lo que se ve en la sociedad y del resto de juicios”. Según explican la exregidora socialista no sale de su asombro cuando ve los juicios sobre corrupción y la sentencia “injusta” y “desproporcionada” que ella cumple, “mucho mayor que la de grandes corruptos de este país”.
Este medio ha tenido acceso a la grabación de parte del juicio del caso PTA por el que ha sido condenada (se adjunta el vídeo íntegro). En declaraciones realizadas a lavozdesur.es antes de su ingreso en prisión, sobre la declaración de Jesús Parra, trabajador de la Delegación de Desarrollo Rural y encargado de emitir los informes de valoración de solicitantes de incorporación al PTA, Sánchez cree que evidencia su inocencia. “Se ve cómo el propio testigo de cargo dice que no recibe ninguna presión de la Alcaldía. Cuando le pregunta el Fiscal en la primera parte dice que le hemos citado en el despacho. Se le pregunta que a quién vio – si es Alcaldía hay ordenanzas, escoltas, ¿a alguien vería, no?. Dice que la persona que le recibió fue Mari Paz Cañero y ella era la secretaria de Pedro Pacheco, nunca estuvo conmigo”, explica. Su círculo más cercano mantiene en su defensa que “la propia sentencia expresa que no existe ánimo de lucro ni apropiación indebida, ¿por qué se le ha aplicado el código penal si no se ha apropiado ni de un céntimo de las arcas públicas?”.
Una de las consecuencias que le acarrea la sentencia "y lo que más le duele" es la inhabilitación: “Le han quitado su puesto de trabajo”. No en vano en la prisión de Alcalá de Guadaíra ha comenzado a dar clases de Inglés y de apoyo al resto de internas para que obtengan el título de secundaria, responsabilidad que al parecer atiende con absoluta dedicación y responsabilidad. Además tiene previsto también impartir clases para ayudarlas a que aprueben el examen teórico del carné de conducir, algo muy demandado. Aunque no era un secreto, la familia y la propia Sánchez no se explican cómo se ha filtrado tanta información sobre su rutina diaria en otros medios, ya que allí el respeto recíproco.
En su tiempo libre lee mucho. Acaba de terminar el libro de Juan Pedro Cosano ‘Llamé al cielo y no me oyó’, “título muy duro y aplicable a su realidad”, y continúa escribiendo su biografía de forma manuscrita. Los momentos más gratos son las visitas semanales, los cinco minutos diarios de los que dispone al igual que el resto de sus compañeras para hablar por teléfono y cuando le llega la correspondencia. “Recibe muchas cartas de amigos y familiares, incluso de gente desconocida que se solidariza con su situación”. Durante esas conversaciones suele preguntar por la salud y la situación de Mª Carmen, la que fuera delegada de Medio Rural y Seguridad, condenada a dos años y seis meses de cárcel, cuyo ingreso ha sido aplazado por la Audiencia, y se mantiene a la espera de obtener respuesta.
Comentarios