"Nuestros hijos no pueden estar rotando de una casa a otra para poder comer"

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Madres de alumnos del CEIP La Unión, divorciadas o que forman familias monoparentales, y que trabajan en horario escolar, se quejan por quedarse fuera de los servicios de aula matinal y comedor escolar.

“¿Qué facilidad tiene una madre para trabajar?”, se pregunta María, que tiene a su niño escolarizado en el CEIP La Unión y, una vez más, tendrá que pelear por conseguir plaza en el aula matinal –donde se realizan actividades con los menores antes de comenzar el horario lectivo– y el comedor escolar. María, que no es el nombre real de esta afectada que prefiere no dar el verdadero, está divorciada, trabaja por las mañanas y no puede llevar y recoger a sus hijos al colegio en el horario habitual porque su horario laboral no se lo permite.

¿Qué hacer ante esta situación? Por lo pronto, un grupo de unas siete madres ya se está moviendo para intentar que sus hijos no queden excluidos de estos servicios. “Educación es un ente hermético, está obsoleta y no recoge los nuevos modelos familiares”, señala otra madre. “Tenemos la promesa de que va a haber un cambio de normativa, pero nuestros hijos no pueden estar rotando de una casa a otra para poder comer”, añade, explicando que otros cursos ya han tenido que turnarse para que los menores puedan almorzar mientras sus madres llegan del trabajo.

La situación se repite. Los menores, mientras no obtienen plaza en el aula matinal, esperan en la puerta del colegio desde las ocho y media de la mañana, o antes, hasta que abre sus puertas. “Menos mal que tenemos un pedazo de portero y está allí desde las ocho de la mañana, cuando entra a las nueve”, cuenta otra madre, que se queda más tranquila contando esto, aunque la estampa la indigna. Las reclamaciones siguen su curso. Ya han presentado recurso de alzada para pedir que se revise la exclusión de sus hijos de estos servicios.

El BOJA –Boletín Oficial de la Junta de Andalucía– recoge que tienen prioridad los alumnos que están obligados a desplazarse fuera de la localidad donde viven, los que están “en situación de dificultad social extrema o riesgo de exclusión”, los hijos de familias monoparentales cuyos padres trabajan y no pueden atender a los menores en el horario del comedor escolar y los alumnos cuyos padres –uno de ellos– no puedan atenderlos en horario escolar.

Ese es el orden. Por eso algunas madres del CEIP La Unión no se explican que, siendo divorciadas o formando una familia monoparental, se hayan quedado fuera. “No me creo que haya 226 –que son las plazas del comedor– en la misma situación”, señala una de ellas. “No hay una baremación clara, elige la dirección del colegio, por eso hemos recurrido ya al Defensor del Menor, al Defensor del Pueblo Andaluz y a Educación”, indica otra de las madres afectadas.

Además, se quejan de que hay padres que solicitan dos o tres días de comedor a la semana y que los que se quedan libres no pueden ser ocupados por otros niños porque el programa Séneca ­–encargado de la planificación– no lo permite. Luego están los que aportan contratos de trabajo temporales para hacerse con una plaza de comedor o aula matinal, documentos que no reflejan su situación económica real. "¿Pero cómo demostramos eso?", se preguntan.

A pesar de que este curso hay 15 plazas más de comedor escolar en el CEIP La Unión –y las mismas para el aula matinal–, estas madres señalan que “no son suficientes” y piden que se amplíen. “Educación necesita una reforma profunda, la Administración tiene que encontrar una solución para esto”, indica María, que asegura que ya está ahorrando para poder pagar la escuela de verano del año que viene para poder dejar a su niño, lo que le supondrá un coste de unos 300 euros. “No pienso tirar la toalla”, dice decidida a agotar todas las vías para que su hijo pueda obtener plaza en el aula matinal.

La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ya trabaja en un nuevo decreto para regular estas situaciones que, según informa Diario de Jerez, se publicará en el BOJA este mes de agosto, aunque no se aplicará hasta el curso siguiente. “Se va a dar prioridad absoluta en los comedores a la conciliación de la vida laboral familiar”, señala el delegado territorial de Educación, Juan Luis Belizón, en el citado diario.

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Francisco Romero

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Antes de terminar la carrera, empecé mi trayectoria, primero como becario y luego en plantilla, en Diario de Jerez. Con 25 años participé en la fundación de un periódico, El Independiente de Cádiz, que a pesar de su corta trayectoria obtuvo el Premio Andalucía de Periodismo en 2014 por la gran calidad de su suplemento dominical. Desde 2014 escribo en lavozdelsur.es, un periódico digital andaluz del que formé parte de su fundación, en el que ahora ejerzo de subdirector. En 2019 obtuve una mención especial del Premio Cádiz de Periodismo, y en 2023 un accésit del Premio Nacional de Periodismo Juan Andrés García de la Asociación de la Prensa de Jerez.

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