Tras los proyectos de restauración y mejoras ambientales emprendidos por la Junta, este humedal, que también sirve de paso para aves en peligro, ha logrado criar este año un total de 19 especies diferentes.
Un total de 19 especies diferentes de aves acuáticas ha logrado criar este año en las Marismas de las Mesas, tras los proyectos de restauración y mejoras ambientales desarrollados por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía que han permitido consolidar la recuperación de este humedal de casi 50 hectáreas y ubicado entre Trebujena y Jerez, en la provincia de Cádiz.
Entre otras especies destacan la pagaza piconegra, de la que un 75 por ciento del total de Andalucía se reproduce en este enclave —1.180 parejas este año—; la gaviota picofina, que con 400 parejas representa casi la totalidad de las poblaciones reproductoras andaluzas; y la gaviota cabecinegra, que por tercer año consecutivo utiliza este humedal para criar, según ha informado la Junta en un comunicado.
La importancia de las marismas de Las Mesas no se limita a la reproducción y cría de estas especies, sino que está actuando también como humedal de paso o tránsito para numerosas aves amenazadas como es el caso de la cerceta pardilla, la focha moruna, la malvasía cabeciblanca o el porrón pardo, todas ellas en peligro de extinción. En el caso de la cerceta pardilla, este otoño se ha llegado a contar bandos de más de un centenar de ejemplares durante varios días consecutivos, aprovechando los niveles de agua y la vegetación sumergida que les sirve de alimento.
Cabe destacar, recalca la nota, que, gracias a la colaboración entre la Junta y la empresa Ebro Foods, un conjunto de balsas de depuración de aguas y restos provenientes de la fabricación de azúcar fueron integrados para recrear un humedal semipermanente con retirada de miles de metros cúbicos de lodos y con los objetivos de conseguir una buena calidad del agua y ofrecer terrenos óptimos para la reproducción de aves acuáticas en playas, taludes o islas.
En este sentido, entre los años 2008 y 2014, una vez que cesa la actividad industrial se desarrolló una serie de proyectos de obras y mejoras en las balsas y lucios aledaños, haciéndose cargo de su gestión la Consejería de Medio Ambiental y Ordenación del Territorio. El resultado final de estas actuaciones está teniendo un efecto directo en la utilización de este humedal por parte de la avifauna, como se puede comprobar en los informes de seguimiento de invernada y reproducción de aves acuáticas que se realizan en este enclave, según destaca la Junta.
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