El doctor José Moreno imparte en Jerez un curso sobre biomagnetismo médico, una disciplina alternativa que se lleva aplicando desde finales de los 80 con resultados "espectaculares".

Un triste suceso le cambió el “chip” al doctor José Moreno Garrido. A su mujer le detectaron una enfermedad terminal. Le dieron tres meses de vida. En ese momento se puso a investigar posibles tratamientos que le hicieran más llevadera lo que le quedaba de existencia, que al final se extendió cuatro años y medio más. “Con buena calidad de vida”, resalta. Poco tiempo después perdió a otro familiar. “La desgracia me abrió la mente”, confiesa, y así fue como empezó a experimentar con medicinas alternativas. Un día, invitado por una amiga, acudió a una conferencia del doctor Goiz, un médico mexicano que lleva desarrollando desde 1988 un sistema terapéutico que utiliza imanes de gran potencia para curar enfermedades, el biomagnetismo médico, aunque no está apoyado por pruebas obtenidas mediante el método científico.

Desde entonces, y aquello fue en 2009, el doctor José Moreno viene aplicando esta terapia en pacientes, con resultados “espectaculares”. “Se puede aplicar a todas las enfermedades, lo que no significa que todas se curen”, explica. El biomagnetismo utiliza imanes para combatir parásitos, bacterias, hongos, virus y otros gérmenes que son la causa de enfermedades, con resultados dispares. El doctor Moreno es consciente de que esta terapia “no está demostrada” y de que los profesionales que la utilizan están “desacreditados”, pero sostiene que la solución tiene que venir por la regulación por parte de las instituciones competentes. Pero da un dato: “El 40% de la población usa terapias alternativas”. Eso sí, critica que haya “desalmados que se aprovechen” y no se haga nada contra el “intrusismo”.

El biomagnetismo médico consiste en el reconocimiento de puntos de energía alterados en el organismo humano, lo que provoca una enfermedad. Ahora mismo trabaja con alrededor de 300 puntos distribuidos en el cuerpo, que se conectan unos con otros mediante imanes positivos y negativos. “Tiene la ventaja de que no hace daño”, sostiene el doctor Moreno, que aplica muchas de las enseñanzas del doctor Isaac Goiz, que lleva casi tres décadas practicando con este método en pacientes de todo tipo, y ahora él mismo imparte cursos para enseñar las bondades de esta disciplina, que pueden ayudar a otros profesionales sanitarios como médicos, fisioterapeutas o enfermeras. Moreno es de los partidarios de integrar la medicina tradicional con la alternativa, “aunque no quitaría a una persona un tratamiento”, sino que la usaría de forma “complementaria”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó en 2003 a los gobiernos que “apliquen políticas y reglamentaciones nacionales sobre medicina tradicional, complementaria y alternativa, para respaldar su buen uso”. Entre las medicinas alternativas se encuentra el biomagnetismo, que se utiliza como alternativa a la medicina tradicional en algunos centros de EEUU, Francia o Dinamarca. Suiza, por ejemplo, aprobó en referéndum en 2009 la ampliación de la sanidad pública a la medicina complementaria. El país transalpino también crea titulaciones para esas terapias, centros docentes de investigación y formación de médicos. La Unión Europea, por su parte, propone con 2020 en el horizonte, que los pacientes puedan beneficiarse de información sobre medicinas complementarias.

La estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2014-2023 recoge que “en los sistemas de salud de todo el mundo, los niveles de enfermedades crónicas y los costos de atención sanitaria son cada vez más elevados”, por eso “tanto los pacientes como los dispensadores de atención de salud están exigiendo la revitalización de los servicios de salud y haciendo hincapié en la atención individualizada centrada en la persona”. La Organización Mundial de la Salud asegura que más de 100 millones de europeos utilizan actualmente la medicina tradicional y complementaria, una quinta parte recurre regularmente a ella, y una proporción similar prefiere atención sanitaria que la incluya.

El doctor Moreno imparte cursos, por primera vez en Jerez, de una terapia que denomina Yin Yang Biomagnético, que pretende “conciliar los mejores valores de la tradición sanadora y científica de Occidente con el organicismo naturalista que fundamenta las mejores tradiciones de Oriente”, explica, y añade que “la terapia con imanes es una aplicación práctica de conocimientos sobre este fluir de la energía, y sobre los nudos o bloqueos energéticos que a veces sufrimos”.

Más información sobre los cursos de biomagnetismo del doctor Moreno pinchando aquí.

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Francisco Romero

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Antes de terminar la carrera, empecé mi trayectoria, primero como becario y luego en plantilla, en Diario de Jerez. Con 25 años participé en la fundación de un periódico, El Independiente de Cádiz, que a pesar de su corta trayectoria obtuvo el Premio Andalucía de Periodismo en 2014 por la gran calidad de su suplemento dominical. Desde 2014 escribo en lavozdelsur.es, un periódico digital andaluz del que formé parte de su fundación, en el que ahora ejerzo de subdirector. En 2019 obtuve una mención especial del Premio Cádiz de Periodismo, y en 2023 un accésit del Premio Nacional de Periodismo Juan Andrés García de la Asociación de la Prensa de Jerez.

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