"Esto ha sido extraordinario, algo de rebeldía, de ilusión y de revolución"

El 15M, en una plaza andaluza. FOTO: CRISTÓBAL
El 15M, en una plaza andaluza. FOTO: CRISTÓBAL

El quinto aniversario del 15-M se celebra con una jornada festiva en la plaza del Arenal, enclave donde se fraguó el movimiento en Jerez. Aunque de manera simbólica, las tiendas de campaña volvieron al Arenal. 

Por un día, y aunque de manera simbólica, las tiendas de campaña volvieron al Arenal. Cinco años después de la gran movilización de los llamados indignados, que llenó las plazas de centenares de ciudades por toda España en las semanas previas a las elecciones generales de 2011, el centro de Jerez volvió a impregnarse de ese espíritu que, lejos de ser un recuerdo, pervive y sigue creciendo poco a poco. Así lo creen y así lo piensan los que a eso del mediodía se reúnen en la plaza mayor jerezana para pasar una jornada de convivencia y recordar el germen de lo que ha acabado llegando después.

“Si te pones a mirar lo que pasa a nuestro alrededor, nosotros siempre esbozamos una sonrisa, porque es mucho más de lo que imaginábamos. Todos los cambios a nivel social que hemos ocasionado como llevar los debates a la calle, los cambios a nivel político… Yo creo que todo es producto de la movilización que fue el 15-M”, considera Elena Rodríguez, de 36 años, que tiene gratos recuerdos de cómo se fue fraguando todo hace un lustro. “Era una energía que te arrastraba con el único objetivo de querer cambiar las cosas. Ver que un montón de gente pensaba como tú te animaba a hacerlo y estábamos ya en una corriente de querer hacer una revolución como ya hemos hecho”.Francisco Pérez es otro de aquellos indignados que decidió echarse a la calle con la intención de cambiar las cosas, aunque cinco años después, y con el poso que deja la experiencia, se ha dado cuenta de que “la labor de cambio tiene que ir muy poco a poco”. Eso sí, considera que “la mayoría de la gente vio un cambio de paradigma, de que o nosotros tomábamos la rienda de esta democracia o esto no era una democracia”. Desde entonces han surgido muchos movimientos y mareas que han buscado cambiar las cosas desde abajo, “que cada uno de los ciudadanos de este país llevemos las riendas de nuestro propio futuro y nuestra propia realidad”. En ese sentido reconoce que “el monstruo con el que estamos luchando es muy grande, el poder económico es el que manda y el poder económico no va a mirar por la gente de abajo. O miramos por nosotros mismos o va a ser muy complicado que la cosa cambie. En ese sentido nos hemos ido implicando muchos de los que hemos estado en el 15-M en otros movimientos y esos movimientos lo que pretenden es que haya un cambio y que se dignifique la condición de las personas”.

Al igual que Elena, afirma que en un principio vivió el movimiento con incredulidad, pero enseguida cambió esa percepción. “Viendo la cantidad de gente que nos acercábamos era una energía que fluía y que aumentaba. Y luego la ilusión con la que se decían las cosas, desde el corazón pero siempre pensando. Eso es inigualable”.

Más veterano que Elena y Francisco es José Pérez, de 65 años. En su juventud en Madrid luchó contra el franquismo “en vanguardia” y cuando surgió el movimiento de los indignados lo vivió intensamente. “Esto ha sido extraordinario, algo de rebeldía, de ilusión y de revolución”. A pesar de estar recién salido de una operación, José no ha querido faltar al Arenal, como hace cinco años hizo, en principio, por curiosidad. “Al principio venía y escuchaba. Luego vi que era algo serio que había que aprovechar y explotarlo, había que hacer lo que hemos hecho, decirle a los golfos y a los ladrones basta ya. Eso es lo que había que hacer y lo que hay que seguir haciendo”.José, que afirma que dada su veteranía aportó “experiencia y conocimiento”-“había mucha gente que se notaba que no estaba acostumbrada a las asambleas, pero el 15-M fue avanzando y las asambleas fueron fortaleciéndose”- se considera por encima de todas las cosas “una persona que está por la unidad de la izquierda. “Me gusta estar en todos lados, me gusta estar con Ganemos, con IU, con Podemos… Tenemos que estar juntos. Mi enemigo no es el que está luchando conmigo, sino el del Banco Santander, el de Bankia, el Capitalismo… Es buscar una plataforma de unidad contra la corrupción y contra los que nos han llevado a esta situación, que no la hemos creado nosotros por irnos a comer un día a una venta, la han creado los que tenían el dinero, los que se lo han llevado a Panamá, a Suiza y a los paraísos fiscales, y eso es con lo que tenemos que acabar”.

“El 15-M no es pasado, es presente”. Así lo piensa Patri de la Calle, que recuerda que hace cinco años estaba a punto de irse de vacaciones y que al final se quedó un mes acampada en la plaza del Arenal. “El 15-M fue un antes y un después en mi vida. No pensaba que pudiera haber tanta gente en desacuerdo con lo que estaban haciendo con nuestras vidas. Fue muy emocionante y un aprendizaje bárbaro ese mes de acampada”.

A raíz del desahucio de Caulina se creó la comisión de Stop Desahucios, en la que participa. Desde entonces reconoce que “he pasado momentos muy buenos y muy malos. Es una lucha muy bonita, pero ver que una familia por desconocimiento o por la avaricia de los bancos se quede sin casa es tremendo”. De otro lado, Patri es de las que sigue pensando que “otro mundo es posible. Si no lo creyera me daría un chocazo” y piensa que “en cuatro o cinco años estaremos recogiendo los frutos”. “Cada vez más creo en esta sociedad, educamos a nuestros hijos en la lucha y los estamos haciendo menos cómodos. Otro mundo es posible, pero necesitamos implicación”.

Sobre el autor:

jorge-miro

Jorge Miró

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído