Mientras que la hostelería califica la recién finalizada celebración como la mejor de los últimos años, el comercio del centro, que en su mayoría sólo abre de lunes a miércoles y en horario de mañana, habla de una Semana Santa "normalita" en cuanto a ventas.
Sólo hizo falta acercarse al centro cualquier tarde o noche durante la pasada Semana Santa y ver cómo estaban los bares para comprobar que los datos económicos de 2015 iban a ser los mejores de los últimos años. Sin embargo, esta mejoría no ha repercutido al mismo nivel, ni mucho menos, en el comercio. A pesar de la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística, la gran mayoría de comerciantes prefirieron abrir sólo por las mañanas y cerrar el Jueves y el Viernes Santo, como viene siendo habitual desde siempre en el centro.
1. El buen tiempo, la clave
“Si hace buen tiempo, la gente sale a la calle y gasta”. Así de simple y así de claro lo ve José Antonio García, encargado de La Antigua Cruz Blanca (plaza del Arenal). La buena climatología, con temperaturas cercanas e incluso sobrepasando según qué horas de la tarde los 30 grados y con noches para nada frías, a excepción quizás de la del miércoles, propiciaron que las terrazas de los bares presentaran un gran aspecto. “Se ha notado mucha más alegría”, afirma Fran García, de La Parra Vieja (calle San Miguel), que no duda en afirmar que “ha sido la Semana Santa más fuerte de los últimos años”.
En el tabanco Las Banderillas (calle Caballeros), su encargado, José Luis Pino, afirma que “excepto el Sábado Santo, todos los días han sido fuertes”, asegurando que con respecto a la Semana Santa de 2014 “hemos hecho casi el doble de negocio”, y si se habla de otras semanas santas en las que el tiempo no acompañó “ya no hay ni comparación”.
2. El turismo
Otro de los factores que han repercutido a la hora de hacer caja esta pasada Semana Santa ha sido el turismo, sobre todo el nacional. “Se ha visto mucha más gente de fuera, sobre todo del norte de España”, indica María Heredia, encargada de Pulpo y Aparte (plaza del Arenal), que también reconoce que éste cliente estaba más dispuesto a gastar que el local.
3. El “buen ambiente”
El buen tiempo no sólo trae más clientela, también que esté más predispuesta a gastar y a pasarlo bien. “Este año hemos trabajado muy a gusto”, afirma María Heredia, que reconoce que “ojalá mañana fuera Semana Santa”, ya que indica que la semana posterior a la Semana Santa es siempre “de las más flojas” del año.
En el bar La Canilla (calle Larga), en pleno meollo de la Carrera Oficial, Lola Loreto destaca entre las cosas positivas el ambiente que ha notado entre la clientela. “No ha habido ninguna guasa, incluso en la madrugada no hemos tenido ningún problema, y eso que siempre hay alguno que viene con alguna copa de más”. En Las Banderillas, José Luis Pino también destacaba esto. De hecho, “ni un cliente se nos ha ido sin pagar a pesar de las bullas de gente que había aquí”.
A diferencia de la hostelería, en donde hay unanimidad a la hora de calificar la Semana Santa como la mejor en años en cuanto a volumen de negocio, en el comercio la cosa cambia. Si bien la mayoría de los encuestados coinciden en señalar que han notado algo más de ventas, éstas tampoco han sido las esperadas, mientras que otros afirman que incluso han bajado con respecto a 2014.
1. El turismo salva una Semana Santa “normalita”
Si en la hostelería ya destacaban el turismo como un factor importante, en el comercio lo ha sido más. En calzados Anda (calle Larga) destacan este hecho, algo que notaron “gracias al puente festivo y sobre todo el Sábado Santo”. Aquí, Esperanza Borrego habla de un “cinco por ciento” más de ventas con respecto a la Semana Santa de 2014.
En Glamour Shop (plaza de la Yerba), Estefanía Orellana, empleada de la tienda, afirma que su comercio se nutre prácticamente del turismo, y aunque destaca la presencia de muchos turistas durante Semana Santa, afirma que el volumen de negocio “ha estado a niveles de una semana normal”. En calle Larga, Luis J. Vázquez, de Joyería Mónaco, tampoco ha notado un mayor número de ventas esta semana, aunque reconoce una mayor presencia de turistas en su negocio.
2. De lunes a miércoles y en horario de mañana
Otro de los aspectos que hay que destacar en el comercio local durante la pasada Semana Santa es que la gran mayoría prefirió abrir sólo por las mañanas y cerrar el Jueves y el Viernes Santo, a pesar de que legalmente podían abrir en festivo tras la declaración del centro histórico como zona de gran afluencia turística. “No merecía la pena abrir por la tarde, la gente viene a lo que viene en Semana Santa, señala Raquel Gutiérrez, de Luma Fashion (plaza Esteve). Aun siendo sus ventas mejores que las de 2014, reconoce que el mejor día de la semana pasada fue el lunes, “el martes y el miércoles ya fueron flojos, y de hecho el miércoles se animó a partir de la una y media de la tarde, pero tampoco fue una cosa exagerada”.
María Jesús Pascual, copropietaria de La alpargatería de María (calle Santa María) es de las pocas que se aventuró a abrir el Jueves Santo, si bien sólo en horario de mañana. “Aquí en esta calle nadie abre ni Jueves ni Viernes Santo, así que pensamos que tampoco merecía la pena abrir muchos más días de los que lo hicimos”.
En casa Quevedo (plaza de la Yerba) emblemático negocio centrado básicamente en la temática religiosa, afirman que, lejos de haber hecho caja en esta pasada Semana Santa, su volumen de ventas ha sido inferior a la de 2014. Eso a pesar de abrir incluso los festivos y todas las tardes, hasta la hora en la que pasaba por Carrera Oficial la última hermandad del día. “Si el Domingo de Ramos hubiéramos cerrado no hubiera pasado nada”. En cuanto a los dos últimos días, “el jueves se vendió algo, pero el viernes también fue muy malo”.
A unos metros de casa Quevedo, en Galerías Ragaza, Manuel Figueroa reconoce que la Semana Santa no supone para ellos un mayor volumen de ventas, al contrario. “Nosotros ya sabemos de antemano que es una semana menos de negocio al año”, reconoce, ya que “sólo abrimos de lunes a miércoles y en horario de mañana, porque aquí por la tarde es imposible abrir”.
En cuanto a la ocupación hotelera durante la Semana Santa, se ha incrementado en comparación con 2014. Según datos de la patronal de hostelería, Horeca, la ocupación real registrada durante todos los días de la Semana Mayor ha sido del 72,88%, casi un 12% (11,90%) más que el año pasado, que fue del 60,98%. La mayor afluencia se produjo, como ocurre habitualmente, desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección, cuando se incrementa el número de visitantes.
En este sentido, la ocupación real desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección de este año ha sido de un 89,53% (casi un 90%) frente al 65,96% registrado en 2014, lo que supone un considerable incremento del 23,57%. Desde el Lunes Santo hasta el Miércoles Santo la ocupación registrada ha sido del 56,24%, un porcentaje muy similar al del año pasado, que fue del 56,01%.
Asimismo, la Oficina Municipal de Turismo ha registrado también un aumento del 23,31% en los visitantes atendidos durante la Semana Mayor. Así, frente a los 2.235 del año pasado, durante estos días se han atendido a 2.756 personas, 1.761 españoles y 995 extranjeros. De estos últimos, destaca el significativo aumento de visitantes británicos, con un 81,72% más que el año pasado, seguido de los italianos (un 50% más), de los alemanes y los belgas. Sin embargo, descendieron un 11,57% los visitantes franceses atendidos.
El número de visitantes españoles atendidos también ha aumentado este año, fundamentalmente los procedentes de Murcia (con un incremento de 197,14%), seguido de los de la Comunidad Valenciana, Andalucía, Cataluña y Madrid. Descendieron en un 6,66% los visitantes procedentes del País Vasco.
Comentarios