Fue a finales de 2011 cuando los más de 100 abuelos y abuelas que residían en el antiguo asilo San José, de la calle Taxdirt, abandonaron las instalaciones para ser reubicados en las nuevas de la calle Francisco Riba. Desde entonces lleva sin uso un edificio, que también comprende un bloque de tres plantas —con entrada por la calle Nueva—, que ahora el gobierno local estudia rehabilitar. La inversión prevista ronda el millón de euros, procedentes de los fondos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi) —por la que Jerez recibirá 15 millones de euros hasta 2022 y tendrá que aportar otros 3,75 millones—, una cantidad que se destinará a rehabilitar un edificio que pretende albergar entre 20 y 24 viviendas, en función del uso que se dé a la planta baja.
La idea es una de las que baraja el Ayuntamiento de Jerez, ya que también propuso utilizar esta cantidad para actuar en un edificio del entorno de la plaza Belén. En este enclave se pensaban rehabilitar siete viviendas, algo que no vieron con buenos ojos otros grupos como Ganemos Jerez durante las reuniones previas a la aprobación del Presupuesto de 2018, donde debe incluirse esta partida. “Nos preocupaba que calle Nueva se convirtiera en gueto, pero si se adecua un equipamiento público y hay un plan de intervención, comunitario y social, puede ser una buena opción”, expone Santiago Sánchez, portavoz de la agrupación de electores, en declaraciones a lavozdelsur.es.
La opción de reconvertir un bloque de tres plantas, perteneciente al antiguo asilo San José, en viviendas sociales que se puedan poner a disposición de familias con escasos recursos, seduce a los socios de investidura del gobierno local, que asegura que se están “barajando varias opciones”, aunque la que cobra más fuerza para hacerse realidad es ésta, según señala la teniente de alcaldesa de Acción Social, Carmen Collado, a este periódico. El antiguo asilo San José volvería así a tener una utilidad después de llevar varios años sin apenas actividad, más allá de servir de refugio, provisionalmente, a la hermandad del Prendimiento mientras se estaban llevando a cabo las obras de restauración de la iglesia de Santiago. El gobierno local ya incluyó estas instalaciones en la propuesta que remitió al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas antes de acogerse a los fondos Edusi, apostando por habilitar un comedor social o convertirlo en un centro social polivalente.
El edificio ha tenido muchas novias desde que fuera desalojado en 2011. Durante el anterior mandato del PP, el ejecutivo popular llegó a proponer que lo convertiría en la casa de las asociaciones, donde pretendía acoger a ONG dedicadas al ámbito de la salud para crear un centro polivalente, aunque no fueron concedidas las subvenciones que solicitó para costear este proyecto. Como tampoco llegó a trasladar la delegación de Turismo, Cultura y Fiestas a estas instalaciones, algo que pretendía llevar a cabo durante la presente legislatura invirtiendo unos 300.000 euros con cargo al canon cobrado por la privatización del ciclo integral del agua.
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