La Virgen de la Estrella, un lienzo que estuvo situado durante más de dos siglos en una hornacina en la desaparecida Puerta de Sevilla de la muralla jerezana (actualmente, la calle que sale de Rafael Rivero hacia Alameda Cristina), vuelve casi a ser el que fue tras la importante restauración al que ha sido sometido este óleo de escuela sevillana de estilo protobarroco. Una obra posiblemente pintada entre 1580 y 1630. Este pasado miércoles se presentó en San Marcos la obra tras la intervención a que ha sido sometida.
La historia que atesora este cuadro es llamativa, preciosa y muy relacionada con la historia de la ciudad. Alfonso X, cuando entró en Jerez en el siglo XIII, rebautizó cada una de las puertas de acceso a la ciudad a una advocación de la Virgen María. Una de las principales, la que conducía a Sevilla, estaba coronada con una estrella de ocho puntas que mandó quitar, motivo que se conserva en el Museo Arqueológico, y la dedicó a la Virgen de la Estrella, una devoción especial para el monarca. Tanto era así que una de sus cantigas, la 100, se titula Santa María Estrela Dodia.
En la puerta, en una hornacina, se colocó una escultura de piedra de la Virgen con esta advocación y que más tarde fue sustituida, sin saberse ni cuándo ni por qué, por este cuadro que permaneció allí hasta el derribo de la puerta por parte del Ayuntamiento en 1865, quedando depositado en la iglesia de san Marcos, donde ha permanecido en el compás de acceso de la puerta lateral.
Pasados los años, la pintura se fue deteriorando y malográndose hasta el punto de hacerla casi irrecuperable. Sin embargo, un grupo de cofrades de la Hermandad de la Borriquita tomó la iniciativa hace un año de restaurar el cuadro y que fuera una ofrenda a la Virgen de la Estrella de su cofradía, por su coronación canónica el año próximo, “y por la importancia que tuvo la imagen que se ve en el lienzo en la elección de esta advocación en los orígenes de la actual hermandad”, señala Juan Infante, uno de los promotores.
La decisión la adoptaron tras comprobar que, en los inicios de la hermandad con sede en la Escuela de San José, la Virgen de la Estrella tomó esa advocación no por ser la patrona de La Salle, que fue más tarde; según consta en documentos de los primeros momentos de la cofradía y rubricados por quien fue su primer secretario en 1949, Miguel Romero López, maestro nacional, poeta y estudioso de Jerez, propuso Estrella como advocación mariana de la incipiente hermandad “para restaurar así la devoción a esa advocación que tan arraigada había estado en la feligresía de San Marcos”.
Más tarde, en 1955, “la providencia llega a hacer confluir en la imagen que ya estaba en la escuela lasaliana y la vieja advocación de Jerez con el nuevo patronazgo mariano adoptado por los hermanos de la Salle que proclaman a La Estrella Reina y Madre de las Escuelas Cristianas Lasalianas’, destaca Infante. A través de lo que se podría denominar como micro mecenazgos se ha pagado el trabajo de restauración, labor que ha llevado a cabo el jerezano Agustín Pina mientras que el retablo o marco en el que se encierra el cuadro lo ha restituido la empresa Arquitectura del Mueble.
Tan solo se veía el 25% del original; tras resturarse, se ha recuperado en un 65%
El cuadro estaba en muy mal estado de conservación. En él se ve a la Virgen María, al modo de las madonnas italianas, tiene la particularidad de que la imagen tiene una estrella en la mano y un niño Jesús en su regazo. Agustín Pina, como evaluación final, considera que “se ha hecho lo que se ha podido; estaba en pésimas condiciones”. En el cuadro original se veía "tan solo un 25 por ciento del original”, por culpa de que haber sufrido al menos cuatro restauraciones importantes “pero muy mal hechas”.
Pina cuenta que la pintura estaba levantada, tenía muchos repintes, muchos estucos y emplastes mal aplicados “cubriendo gran parte del original”. Se siente satisfecho con haber podido recuperar un 65 por ciento, pero “se han perdido las veladuras y detalles originales. Al Niño le faltaba media cara, las piernas, parte de una mano… todo se reinterpretó de forma muy burda”. Subraya que se ha podido reconstruir y recuperar tras una labor de estudio de la obra antes y durante el proceso de restauración.
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