El pasado martes se produjo una tensa escena en la plaza de la Yerba de Jerez cuando un empleado de seguridad tuvo un encontronazo con unos clientes que, supuestamente, estaban haciéndole fotos. El cruce verbal tuvo lugar en la terraza de la Cruz Blanca, un negocio que se ha visto afectado indirectamente, ya que ningún miembro de su plantilla se vio involucrado en el suceso. "Nosotros no tenemos casi nada que ver porque la persona con la que tuvieron el enfrentamiento pertenece a una empresa ajena a la Cruz Blanca que opera en media calle. Podía haber pasado aquí o en otro establecimiento", explican desde el bar.
La asociación JereLesGay denunció que el empleado de seguridad llegó a increpar a una de las dragqueen que estaban cenando en el establecimiento al ver que, supuestamente, le estaban haciendo fotos. También inciden en la condición LGTBIQ+ del grupo, ya que consideran que en otra circunstancia no se hubiera producido el rifirrafe.
Hasta el momento, ellos no se han manifestado porque creen que "todo esto es una forma de promocionarse a costa de otros de manera bastante cruel". De igual manera, aseguran que las críticas que se han vertido sobre ellos son "totalmente falsas", entre otros motivos, porque sí entregaron la hoja de reclamaciones que se les pidió. "Nosotros simplemente les explicamos que esa persona no pertenecía a nuestra empresa. Insistieron y les dimos la hoja igualmente. La tengo en el bar firmada y sellada por nosotros, cualquiera la puede ver", dice.
Desde el establecimiento hostelero lamentan que "nadie se ha preocupado por nuestra versión" y lanzan la pregunta de "¿por qué se sintieron agredidos e insultados?". Según su versión, los ocupantes de la mesa comenzaron a hacer fotos al vigilante de seguridad, quien les pidió en varias ocasiones que cesaran con su actitud y que si se las habían hecho se las enseñaran y las borraran porque estaba trabajando. Al negarse a enseñarle las fotos que, supuestamente, le habían hecho, acudió a denunciarlo a la policía, quien "tampoco le hizo ningún caso".
En la Cruz Blanca están preocupados por el efecto que puede tener este suceso. "De momento no hemos notado que esto nos haya afectado, al final solo han pasado dos días", cuentan. Por otro lado, tienen la confianza de que "al final llevamos 17 años en Jerez y la gente nos conoce, así que esperamos que no vaya a mayores".
Tampoco está mucho mejor el empleado de seguridad. "Está muy afectado, muy triste", cuentan desde este negocio. El joven, por cierto, pudo interponer una denuncia también, pero desde la Cruz Blanca le aconsejaron no hacerlo "para no darle más bola al asunto".
Sobre los comentarios que están recibiendo en redes y páginas web desean remarcar que "si un cliente me pone una hoja de reclamaciones no tiene sentido que al día siguiente de las 8 personas que estaban presentes vuelvan a comer 5" y puntualiza que "se las atendió sin ningún problema".
Para concluir, desde el negocio rechazan tajantemente las acusaciones que han recibido y desean que todo acabe aquí. "A nosotros no nos importa la condición económica, religiosa o sexual de nuestros clientes, lo que nos importa es que salga adelante un bar del que comen 18 familias", concluyen.
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