Un mes de intimidaciones y amenazas: la versión de la chirigota cuyo autor no pudo entrar en el Falla

El grupo de 'Una insolación del carajo' señala en un comunicado que su actuación tuvo que estar vigilada por cuatro agentes de Policía entre bambalinas para evitar mayores problemas

'Una insolación del carajo', la chirigota afectada por la polémica.
'Una insolación del carajo', la chirigota afectada por la polémica.

Esta semana ha tenido lugar una de las grandes polémicas que se recuerdan en el COAC. Estos días se ha publicado que una chirigota dejaba sin entrar a uno de sus autores en el Gran Teatro Falla para ver la actuación. Según la versión del autor, el grupo de 'Una insolación del carajo' maniobró para que Carlos Acal no pudiera acudir al coliseo gaditano. 

Carlos Acal indicó en un primer momento que, realmente, la única desavenencia que se había producido con el grupo versaba sobre las coplas que cantarían en el Falla y las que no, recordando que él fue el encargado de elaborar todo el repertorio. Y fechaba el desencuentro en los meses de octubre o noviembre. La chirigota, por su parte, lo sitúa en el 9 de enero.

Sin embargo, la versión del grupo en un comunicado es mucho más amplia. La chirigota, a través de su representante legal, ha emitido una nota con siete puntos en los que relata lo sucedido durante los meses de ensayo y en los instantes previos a la actuación. De hecho, lo primero que se señala es que la chirigota no tenía competencias para evitar la entrada de Acal ni para quitarle la credencial.

El grupo denuncia amenazas gravísimas a un componente el 9 de enero que hacen la situación "irreversible". Además, también señala otra advertencia de Acal en la que la chirigota asegura que llega a decir que "si no se hace lo que é dice, subirá el repertorio a la plataforma Youtube". Esto provoca que el grupo haga "un poco la vista gorda y decide hacerle creer que se recuperaba la sintonía".

El día de la actuación, por las circunstancias, un componente le dice a este autor que mejor no acuda al local para evitar conflictos. No obstante, la respuesta de Acal según la chirigota es que no sólo va a ir él sino que irá "con doscientos de los suyos". Una vez ocurre esto, el representante legal se lo comunica al regidor del teatro que a su vez, tras leer y escuchar mensajes, pone los hechos en conocimiento de la Policía. De hecho, la actuación fue controlada por cuatro agente entre bambalinas para evitar males mayores. Además, el grupo insiste en que el resto de autores sí estuvieron presentes sin ningún tipo de problemas.

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

E. C.

Periodista.

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