La marcha, una de las disciplinas que más éxitos ha dado históricamente al atletismo español, se está empeñando en estos Juegos Olímpicos de Tokio en dejar con la miel en los labios a los deportistas españoles. La última atleta que se ha quedado a las puertas de la gloria olímpica ha sido María Pérez, que ha finalizado en cuarta posición los 20 kilómetros marcha.
La actual campeona de Europa era una de las candidatas a los metales y ha peleado hasta el último instante en un final apasionante. La medalla de chocolate, como se conoce al cuarto puesto, deja un sabor agridulce para la granadina.
De lo más duro también ha sido el revés que se ha llevado esta madrugada, mañana en Tokio, el español Marc Tur, que se ha quedado sin el bronce en los metros finales de los 50 km marcha. Cuando ya saboreaba la medalla olímpica, el ibicenco se ha visto superado. Entre lágrimas, ni siquiera podía articular palabra tras el varapalo sufrido. El cuarto puesto siempre es el más ingrato para un deportista.
La marcha se ha empeñado en darle la espalda a los españoles en estos Juegos y otro cuarto puesto ha logrado el extremeño Álvaro Martín en los 20 km marcha, una prueba en la que otro español, Diego García, fue sexto.
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