Sobre las once de esta mañana, la hermandad de Jerez empezaba a embarcar en la playa de Malandar hacia Bajo Guía, dejando atrás nueve días de vivencias en un Rocío que ha recuperado la normalidad en todos sus aspectos, con más gente que nunca tanto acompañando a la hermandad jerezana como en la aldea.
El plan para este jueves, por parte de la hermandad, es aligerar lo más posible la llegada a Jerez. A las 19 horas quieren entrar en la ciudad para visitar San Juan Grande. La comitiva seguirá después por calle Taxdirt, Santiago, Ancha, saludo en la iglesia de la Victoria, calle Porvera y Santo Domingo. El objetivo es llegar a Cristina a las 20.30 horas. A diferencia de las romerías precedentes, este año no se irá a la basílica de la Merced, tal vez por aligerar al máximo la llegada.
De esta forma la hermandad rendirá la romería que se ha denominado del reencuentro con un camino de ida en la que se ha notado un sensible aumento de personas en la comitiva pese a que el número de vehículos ha sido el mismo, dadas las limitaciones de acceso a Doñana impuestas a las hermandades por la Junta de Andalucía.
El primer camino como hermano mayor de Joaquín Vallejo, tuvo una ida complicada en la que se registraron accidentes de cierta aparatosidad pero que finalmente no provocó daños de importancia en las personas afectadas, excepto un rociero que fue evacuado al ser golpeado por un tractor. Sumar la situación del sendero con unas arenas muy movidas que complicaron el tránsito de todos, pero singularmente a los vehículos a motor provocando numerosos atascos y averías.
La estancia en la aldea ha seguido la misma tónica que en el camino, más público en los tres días, de forma más notoria el sábado, domingo y lunes de romería. También ha sido un año marcado por la suspensión de la procesión de la Virgen por la rotura de uno de los bancos del paso, que por cierto estaba de estreno. Tuvo que recogerse antes de la amanecida, provocando la singular estampa de todas las filiales con sus simpecados entrando en la ermita a visitar a la Virgen.
El regreso de Jerez ha sido tranquilo, sin incidentes pero con el calor como protagonista, a diferencia de lo que fue la ida. Tranquilo como es habitual; en la vuelta a casa disminuye sensiblemente tanto el número de personas como de vehículos de tracción mecánica.
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