Los vendedores del rastro ecológico vuelven a concentrarse este miércoles frente al Ayuntamiento de Sevilla para que las palabras del alcalde, Juan Espadas, "se conviertan en hechos, y que dé la oportunidad a los sevillanos y sevillanas más desfavorecidos de poder vivir y disfrutar su rastro".
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de su alcalde, Juan Espadas, se comprometió de manera verbal a dar una solución que satisficiera a todos los sevillanos, incluidos por supuesto a los vendedores del rastro ecológico, que asistieron al pleno municipal del pasado 25 de mayo.
Tras varias reuniones con funcionarios del Ayuntamiento el colectivo tiene la sensación “de que se está regateando con sus derechos” y de que “existe la posibilidad de que no se cumpla con la palabra dada debido a intereses partidistas”. Y es que “tener un rastro hace más bien a los sevillanos que otro centro comercial de lujo en La Cartuja”, y un rastro regulado produce un bien social de interés para todos, como ocurre tradicionalmente en todas las ciudades del mundo, incluidas Madrid y Barcelona.
En esta concentración, el colectivo instará de nuevo al gobierno de Juan Espadas, a la vallisoletana Carmen Castreño, primera teniente de alcalde, y al delegado Juan Carlos Cabrera, a que regularizar y normalizar la situación del rastro, puesto que esta situación se alarga ya seite meses, y las familias de los vendedores empiezan a vivir situaciones de extrema necesidad.
En este día, se leerá una declaración donde el colectivo expresará con contundencia la realidad de lo que sucede con el antiguo rastro de la Alameda de Hercules, que en los últimos años ha estado marginado en el Charco de la Pava.
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