La dirección federal del PSOE no se resigna a perder el Gobierno en Andalucía e intentará alcanzar un pacto "común de progreso" con otras fuerzas que impida que los votos de la ultraderecha de Vox determinen la formación de un nuevo Ejecutivo andaluz.
Desde la sede del partido en Ferraz, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, se ha dirigido en especial a Ciudadanos, al que ha retado a volver a permitir un Gobierno socialista o a embarcarse en una nueva "aventura" con la extrema derecha.
Lo que los socialistas rechazan de plano es otorgar la Presidencia de la Junta a Ciudadanos, que han sido tercera fuerza. El PSOE no vería "muy sensato" salir al "socorro" de Ciudadanos simplemente "para evitarle un coqueteo con la ultraderecha", ha argumentado Ábalos en rueda de prensa.
En cambio, desde la dirección federal sí abren la puerta a la renuncia de Susana Díaz. En repetidas ocasiones Ábalos ha hablado de la necesaria "regeneración" del partido en Andalucía y ha admitido que una eventual dimisión de la presidenta y líder del PSOE-A "forma parte de su responsabilidad".
"Nuestro papel está siempre subordinado al éxito de nuestro proyecto político y siempre estamos a disposición de la organización que, con generosidad, siempre nos ha otorgado la confianza. Creo que los compañeros de Andalucía son suficientemente responsables e inteligentes para llevar adelante su proceso y aportar lo mejor de sí mismos", ha añadido, sin prejuzgar los acontecimientos que puedan estar por venir en un proceso que se presume "muy abierto".
Este martes la Ejecutiva Federal se reunirá para analizar el 2D
Con el líder del partido y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Cumbre del Clima en Polonia, este lunes se ha reunido en Ferraz el Comité Electoral del PSOE encargado de preparar al partido para las elecciones municipales, autonómicas y europeas de mayo próximo. Mañana martes, ya con Sánchez en Madrid, se reunirá la Ejecutiva Federal del PSOE a las 12.30 horas para hacer un análisis más en profundidad del 2-D.
Pero este mismo lunes la cúpula del PSOE ha querido lanzar varios mensajes tras la debacle de anoche, en la que el partido se dejó 14 escaños y más de 400.000 votos en su peor resultado de la historia. El primero es que, pese a las expectativas frustradas, el PSOE-A ha sido la fuerza más votada y como tal tiene la responsabilidad de intentar formar gobierno y "liderar la solución de gobernabilidad que Andalucía merece y necesita".
Y en este proceso de diálogo con el resto de partidos la dirección federal del PSOE "se comprometerá absolutamente", así como en el "proceso de reflexión" que el PSOE-A va a abrir tras el 2-D y que debe contribuir "a la regeneración en Andalucía".
Con un PP a quien el PSOE ve "muy a gusto" yendo "a remolque" de Vox, Ábalos se ha dirigido especialmente a Ciudadanos, al que ha instado a decidir "si quiere apoyar" a los socialistas como hicieron en las pasadas elecciones andaluzas de 2015 o prefiere por el contrario "embarcarse en una aventura con la extrema derecha".
El ministro de Fomento no ha tenido reparos en culpar directamente a PP y Ciudadanos de haber contribuido a "blanquear" a la extrema derecha de Vox, partido al que han introducido como una formación "normal" dentro del constitucionalismo.
En cambio, Ábalos ha evitado hacer autocrítica y valorar qué peso han tenido las políticas de Pedro Sánchez en el voto de castigo registrado por los socialistas en Andalucía. "Todo tiene implicaciones, pero cada territorio tiene su propia singularidad", se ha limitado a señalar, admitiendo que la dirección federal respaldó la estrategia del PSOE-A de hacer una campaña muy centrada en Andalucía, frente a la dimensión nacional que introdujeron PP y Ciudadanos.
La convocatoria de elecciones el 2D, ¿un error?
El secretario de Organización ha admitido que si las andaluzas se hubiesen hecho coincidir con las generales, la participación "habría aumentado" y una mayor movilización tradicionalmente beneficia a la izquierda.
Lejos de admitir que los resultados del 2-D vayan a imprimir un giro en las políticas del Gobierno de Sánchez, Ábalos ha avanzado que el Ejecutivo español intensificará aún más si cabe la agenda social como estrategia para responder a ese "voto radical de descontento" que procede de las capas que se consideran más castigadas por la crisis.
El hundimiento del PSOE-A no provoca en la dirección federal del partido un efecto de "debilidad", sino "un gran incentivo" para que el Gobierno intensifique su acción, ha incidido.
Pero Ábalos también ha marcado las líneas rojas que el PSOE no piensa franquear y los ámbitos en los que no cabe cesión alguna que hacer. "Nos opondremos a todo intento de recentralización del Estado de las autonomías, a cualquier intento de desmontar avances en el ámbito de los derechos y libertades, y muy especialmente en lo que ha representado la conquista de las mujeres en ganar espacio político", ha advertido, como también serán "beligerantes" en la defensa del sistema público de pensiones y del derecho a la vivienda.
En resumen, Ábalos ha expresado la confianza del partido en que la derecha no sea capaz de llegar a un acuerdo de Gobierno y el PSOE-A sea capaz de pactar una alternativa que no le expulse de la Junta, que ha dirigido ininterrumpidamente en los últimos 36 años desde las primeras elecciones andaluzas de 1982.
Su esperanza pasa por que Ciudadanos asuma que un pacto con la extrema derecha de Vox pueda pasarle factura y penalizarle en las elecciones generales.
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