Este miércoles comienza en el Parlamento de Andalucía el debate sobre los Presupuestos de 2023. Las cuentas vuelven a estar marcadas por la bajada de impuestos y su discusión será un mero trámite debido a la mayoría absoluta que tiene el Partido Popular en el Parlamento. La declaración de intenciones fue evidente cuando, poco después de ser investido, Juanma Moreno, presidente de la Junta, anunció la supresión del impuesto de Patrimonio.
Aquella decisión tuvo caracter inmediato, no así la deflactación del IRPF que no llegará hasta 2023. Se trata de la política económica habitual en el PP que, por otro lado, rechaza la oposición. Los populares invocan a la famosa curva de Laffer, algo más teórico que práctico y sin una demostración empírica clara. "Con menos impuestos se recauda más", repiten desde el Gobierno andaluz.
Sin embargo, la Junta se ha encontrado con la oposición del Observatorio Económico de Andalucía en estos dogmas. El organismo rechaza tajantemente que lo que afirma el Gobierno andaluz se corresponda con la realidad. Y así lo ha manifestado a través de un informe en el que realiza una valoración sobre el Presupuesto de 2023 que aprobará el Parlamento de Andalucía próximamente.
El Observatorio comienza afirmando que la estimación del crecimiento de 1,9% es netamente optimista y contrasta con las estimaciones de otros organismos que rebajan la euforia del Ejecutivo. Con esta valoración, comienza el primer cuestionamiento sobre las medidas adoptadas por el Gobierno andaluz, "resulta complicado determinar la orientación de la política fiscal de 2023. Con un crecimiento del PIB nominal previsto del 6,4%, un crecimiento del gasto presupuestado del 4% no permite calificarlo como expansivo".
Otra de las cosas que advierte el informe es que una parte considerable del Presupuesto proviene de ingresos externos como entregas a cuentas o fondos europeos que aumentan en este curso. Sobre los fondos europeos, también señala que la ejecución de los mismos por parte de la Junta (14%) es muy inferior a la media nacional (20,5%).
Es entonces cuando se impugan todos los argumentos de la Junta sobre la fiscalidad. "Los datos no muestran que las rebajas fiscales del gobierno andaluz se autofinancien. Así, los principales impuestos cedidos tradicionales (ISD, IP, ITPAJD, IEDMT, Juegos, Tasas) llevan meses creciendo por debajo de la media de las CCAA. Los impuestos sobre el consumo (IVA, impuestos especiales) y el de sociedades (no cedido) llevan meses creciendo por debajo de la media nacional. Y el IRPF, que crece por encima de la media de las CCAA, lo lleva haciendo desde 2015", aclara el informe.
Desde el Observatorio Económico hacen dos advertencias más. La primera es que la curva de Laffer no funciona ni en Andalucía ni en España. "La recaudación tributaria está aumentando por el crecimiento económico, la inflación y el afloramiento de economía sumergida en todo el país, y en Andalucía algo menos como consecuencia de las rebajas de impuestos", expresa esta valoración. La segunda es que la descisiones fiscales de la Junta en impuestos como sucesiones o transmisiones patrimoniales han provocado que haya "una penalización en el sistema de financiación autonómica en la que parece no repararse".
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