La compañía de seguros afirma que la fallecida contrató su póliza a sabiendas de que ya estaba enferma de un cáncer terminal. El cuerpo de la finada permanece en una cámara frigorífica.
Llevan prácticamente una semana sin poder enterrar a su madre. Problemas con la compañía de seguros con la que la fallecida había contratado el seguro de decesos hace que aún ésta se encuentre en una cámara frigorífica.
Los hechos los cuenta el periódico Viva Sevilla. La finada, de 58 años en el momento de su fallecimiento, suscribió su seguro de decesos por indicación de su hermana, "que le dijo que se lo hiciese por tenerlo". Trece días después de aquello fue ingresada de urgencias diagnosticada con un cáncer de pulmón que ya se le había extendido.
Según la nuera de la fallecida, Natalia Martín, la compañía de seguros sospecha ahora que se hizo la póliza sabiendo que estaba enferma, algo que niegan. Así, les piden informes médicos de hace cinco años, documentos que han aportado pero por temas relacionados con otras enfermedades o intervenciones, nunca relacionados con el cáncer que se la acabó llevando.
La circunstancia es tal que el mismo día del deceso, y con el cuerpo en en el tanatorio sevillano de San Jerónimo, a las diez menos cuarto de la noche, trabajadores de la compañía se llevaban el cadáver para introducirlo en una cámara frigorífica, donde todavía permanece. La familia reconoce estar viviendo una "auténtica pesadilla" porque ni siquiera pueden acceder al tanatorio al no constar la póliza como legal.
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